No todo está podrido en Dinamarca y también hay que contar lo bueno.
Un buen amigo nos contó que el jueves pasado, vio al Fiscal Jorge Winckler Ortiz, acudir a la tienda Costco de Xalapa para cambiar un artículo que al parecer no le funcionó.
Lo interesante del asunto es que Winckler sólo llevaba dos guardias que de manera muy discreta lo acompañaban. Y además, el funcionario estatal tuvo que hacer fila para que lo atendieran.
Nada que ver con su antecesor Luis Ángel Bravo Contreras, quien para ir a restaurantes o plazas comerciales, no sólo llevaba más de diez “guarros”, sino que desplegaba un impresionante operativo policíaco.
Fue muy comentada en redes sociales aquella foto en la que se veía a Luis Ángel salir de Palacio de Gobierno, en un día lluvioso, pero con un bodyguard sosteniéndole el paraguas. O como cuando el ex Fisculín salía a correr en las mañanas en Las Ánimas, y atrás de él todo un ejército de equipo de seguridad enfundados en pants.
Vaya que vivimos otros tiempos.
Ahora falta que aparte de su sencillez, Winckler también nos sorprenda con excelentes resultados al frente de la Fiscalía. ¿O no?