Sin duda, la forma de relacionarse entre las personas a lo largo de los años ha sufrido modificaciones, en la actualidad con toda la revolución digital, los dispositivos móviles, las redes sociales y la mensajería instantánea, ha facilitado el ponerse en contacto con las personas que en algún momento conociste y por distintas circunstancias dejaste de ver, también te da acceso a conocer gente nueva con la que puedes compartir ciertos gustos y afinidades en cualquier parte del mundo, así como también darle un uso más comercial.
El psicólogo Félix Ángel Montero Domínguez quien cursa un doctorado en ciencias de la salud con un objeto de investigación sobre las redes sociales y su influencia en la conducta de las personas, señaló que por ejemplo existen estudios donde destacan que en un principio Facebook nació bajo dos usos principales, el primero para encontrarse a personas de su pasado y el segundo para conocer gente realizando un análisis del individuo basado en las afinidades por gustos similares o características físicas que le atrajeran a través de su perfil, todo esto previo al intentar conocerlo en la vida real.
Esta búsqueda de información previa o constante a través del perfil de una persona sin haber tenido necesariamente una comunicación directa con ella, se le cataloga a la acción como “stalkear”, una palabra anglosajona que se deriva del verbo en inglés “to stalk” que significa espiar, acosar o perseguir.
Esto conlleva a que en la actualidad de acuerdo a este tipo de conductas se vea “como una especie de filtro previo para entablar las relaciones, en ese sentido, se vuelve más complicado porque agrega una capa más, digamos que hasta cierto grado ha detenido la espontaneidad de conocer personas”, señaló el psicólogo Félix Montero, quien añadió que “antes de volver a encontrar a esta persona, pasó cierto tiempo en el cual tu ya tuviste la oportunidad para buscar en el face la información que necesitabas, si tiene novio o novia, que le gusta o con quien sale“.
Actualmente, en muchas ocasiones esta conducta suele desarrollarse dentro de una relación, impulsada por distintos factores, principalmente puede ser por celos o la dependencia con la pareja, ese estado emocional desequilibrado en el que alguno de los miembros de la relación comienza a presentar extrema angustia o ansiedad por saber donde está la otra persona, o la inseguridad de la misma respecto a su relación hace que desemboque en acciones donde invada el espacio personal del otro, esto incluye realizar un monitoreo constante en las redes sociales de la pareja, más si existe alguna sospecha sobre infidelidad.
“Con mi ex novio obviamente nos teníamos en Facebook, llegaba un momento en el que le decía que pusiera la relación en Facebook, y si la quitaba le reclamaba (…) a mi me ha pasado mucho que cuando sospecho de algo, hay algo, y no es tan solo en las redes sociales sino también en el whatsapp (…) para yo verle que se escribía con otras personas o al revés, (…) y esto era una forma de comprobar que estaban pasando las cosas”, relató Karla quien con treinta años de edad y con una diferencia de ocho años con su anterior pareja comenzó a tener conflictos a raíz de publicaciones o la falta de estas a través de las redes sociales.
Definitivamente el encontrarse escondido a través de la virtualidad puede hacer que las personas encuentren un espacio de mayor atrevimiento al querer entablar un tipo de conexión o relación de cualquier tipo con otras personas, el que esto se haga por medio de conversaciones, “likes”, fotografías o estados de ánimo publicados a través de la redes, no significa necesariamente que se esté entrando en un estado de infidelidad.
“Muchos la confunden con una infidelidad física, el reclamo es, te acostaste con ella o con él, pero en realidad la verdadera infidelidad es cuando se traiciona el sentimiento o el corazón, cuando comienzas a pensar más en la otra persona que en tu pareja, entonces se puede hablar de una verdadera infidelidad”, señaló el Dr. Javier Beltrán Guzmán, psicólogo y ex catedrático de la Universidad Veracruzana, quien también apuntó que el termino de infidelidad llega a ser cuestionable, ya que depende de los distintos factores que rodean una relación.
Ante esta situación, no quiere decir que las redes sociales sean las culpables de los casos de infidelidades que se pudieran presentar, sino que más bien y en algo que coinciden todos los especialistas, es que las redes son una herramienta que amplifica nuestro comportamiento como personas en la sociedad, actualmente ayudan a que los encuentros o desencuentros entre las parejas puedan darse con mayor facilidad.
“En si solo el medio no es el que genera las prácticas en las personas, lo que pasa es que ahora con este medio hay mayores posibilidades, las personas que van a ser infieles, serán infieles, lo será con el vecino, con el amigo o con quien quiera, el internet lo que va a posibilitar es que a lo mejor lo haga con mayor discreción, o que lo haga en un espacio con mucho más confianza, las personas presentan ciertos síntomas en las formas que van llevando sus relaciones de pareja, entonces eso deriva en estas prácticas y que a través de estos medios la desahogan”, señaló el Maestro en sociología y catedrático de la Universidad Veracruzana Aldo Colorado Carvajal.
Entendiendo de esta forma a las redes sociales o la mensajería instantánea, como una herramienta que amplifica los comportamientos de las personas mediante publicaciones en perfiles virtuales y facilita la interacción entre los individuos, otro de los factores que podemos encontrar y que está relacionado con la búsqueda de pareja a través de estos medios es la cosificación de los individuos, el verse como un objeto que está a todas luces y en constante competencia con las demás personas en las redes.
“Lo que antes se conocía como el gatekeeper, que era la persona que decidía qué salía y qué no en las noticias, ahora somos nosotros y con nosotros mismos, decides que salga esta foto porque te ves guapo (…) a lo mejor inconscientemente te vas haciendo de una imagen que luego es complicado deshacerse de ella”, señaló el maestro en Marketing Digital Omar Díaz Reyes, a lo que agregó que es una forma de seguir alimentando el ego y esa sensación de satisfacción por tener una mayor aceptación social a través de las redes.