Seguridad en el “Pirata”: todos se lavan las manos

Los hechos de violencia del pasado fin de semana durante el encuentro de los Tiburones Rojos contra los Tigres han abierto nuevamente el debate sobre la seguridad en los estadios de futbol.
Por un lado, es verdad que al tratarse de un espectáculo privado y con fines de lucro, es el empresario, en este caso el diputado priista Fidel Kuri Grajales, quien debería ser el primero en ofrecer seguridad dentro de las instalaciones.

Pero también es cierto que el Gobierno del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública no pueden desentenderse, como pretenden hacerlo, de sus propias responsabilidades, pues al tratarse de espectáculos públicos y masivos, es su obligación verificar y garantizar la integridad de quienes acuden, muchas veces familias enteras.

Porque si no, al rato van a decir que si a un ciudadano lo asaltan en la calle o en su casa, también es su bronca por no andar seguro. Y la verdad, ya estuvo bueno de pretextos.