“El cine es el arte de la mujer, o sea, de la actriz. El cometido del director consiste en conseguir que las mujeres hagan cosas hermosas. Es mi opinión: los grandes momentos del cine se dan cuando hay coincidencia entre las dotes de un director y las de una actriz dirigida por él”, dijo alguna vez el aclamado cineasta francés François Truffaut. Este año la competencia al Oscar para la Mejor Actriz es una de las más vibrantes de la temporada.
Este año por primera vez se nominó a una de las mejores actrices del mundo (sino es que la mejor) por una película polémica. Su trabajo en Elle, en la que da vida a una mujer de edad mayor que se obsesiona con su violador y que nos da una cátedra sobre un comportamiento al límite, en la que ella muestra una indiferencia inexplicable ha dejado la boca abierta a más de uno. A sus 63 años por fin es reconocida por Hollywood a pesar de tener una trayectoria impecable en películas que la han hecho leyenda. Ganó el Globo de Oro y a pesar de que es una película que incomodó a Estados Unidos, las cartas parecen jugar a su favor.
Desde el Festival de Venecia se auguró un duelo entre Emma Stone y Natalie Portman, la primera por la parafernalia artística de La La Land y la segunda por el sentimental biopic Jackie.
La primera consigue su segunda nominación a dos años de Birdman, y la segunda ya tiene en su vitrina el Oscar por El cisne negro. La primera se ganó los corazones de la audiencia y la crítica por el papel de una aspirante a actriz que se enamora de un músico de jazz; la segunda se ganó la admiración por dar vida a Jacqueline Kennedy, la ex primera dama de Estados Unidos. Ambas tienen buenas oportunidades en unos premios que son políticamente correctos.
El resto de las aspirantes en el rubro son la mítica Meryl Streep y la sorpresa de Ruth Negga. A sus 67 años Streep ha aumentado el insólito récord de su nominación 20 (ha ganado 3) por formar parte de Florence: La mejor peor de todas, un divertido papel inspirado en la vida real de Florence Foster Jenkins, una mujer que, al heredar la fortuna de su padre, pudo cumplir su sueño de estudiar para ser soprano: su trabajo tiene matices cursis pero que se refrendan bien con un trasfondo de búsqueda de la dignidad. Una nominación que es más un homenaje a su carrera a las aspiraciones reales que tiene.
Por su parte Negga, aún con menos posibilidades, entregó un modesto pero destacado papel en Loving, la historia del primer matrimonio interracial de Estados Unidos por lo cual fueron perseguidos, arrestados, encarcelados y exiliados a causa de la discriminación a la comunidad afroamericana en los años 60. Negga se desenvolvió bien en este melodrama, sin embargo aún queda la molestia de muchos por la falta de reconocimiento al trabajo de Amy Adams por La llegada.





