El gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares ratificó su determinación de ponerle fin al esquema financiero denominado la “licuadora” que se implementó en la Secretaría de Finanzas en el gobierno anterior.
“Cualquier recurso etiquetado por el gobierno federal para acciones específicas, el desviarlos y usarlos para gastos corriente, es un delito que se llama peculado y yo no voy a cometer ningún delito”.
Lo anterior lo afirmó al ser cuestionado acerca de la posible negación de algunos grupos parlamentarios a votar a favor de la reestructuración de la deuda del estado.
Dijo que no existe ningún recurso legal para obligar a los diputados a aprobar la reestructuración, por lo que apeló a su buena conciencia y responsabilidad.
“Repruebo que estén siendo amenazados con la expulsión de una organización de tipo político, estoy seguro que en las filas habrá personas convencidas de la reestructuración de la deuda. Pregunto quién puede oponerse a que los veracruzanos paguemos menos intereses”.