Cuando los gritones candidatos opositores —que prometen resolver todo— se convierten en gobernantes, resultan iguales o peores que aquellos a los que sustituyeron…. Gobernadores de PRI, PAN e independientes —que ganaron sus respectivas elecciones a mandatarios de otros partidos en 2016— hoy gobiernan peor que aquellos a los que cuestionaron, satanizaron y hasta echaron del poder. El caso más penoso es Veracruz, en donde el ex priista y hoy panista Miguel Ángel Yunes llegó al gobierno con un discurso que satanizó a su antecesor, Javier Duarte, a quien acusó de ratero e inútil, por decir lo menos. Sin embargo, hoy Veracruz vive un nivel de violencia mayor al de los últimos años de la gestión de Javier Duarte. ¿Y cuál ha sido la respuesta del gobernador Yunes? Es penosa, ya que montó un insultante circo mediático en torno a Javier Duarte, mientras la violencia y el crimen se han incrementado a niveles de escándalo. Más aún, el gobierno federal debió enviar fuerzas federales, mientras que en Boca del Río se repitió el tiradero de muertos que ya se había vivido al inicio de la gestión de Duarte. Yunes solo atinó a decir que son las bandas criminales.
(Fuente: Milenio, “Itinerario Político”; Ricardo Alemán).