La histeria proteccionista y aislacionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se disparó ayer con una nueva batería de medidas antimigratorias centrada en la concesión de visas, que muchos ven como un intento de desviar la atención por los escándalos de sus gestión en temas delicados como Rusia.
A partir del 3 de abril y por un periodo mínimo de seis meses queda anulado el proceso exprés para acceder al visado H-1B, destinado a trabajadores de alta calificación y especializados en áreas como informática, ingeniera o medicina.
Hasta ahora, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por su sigla en inglés) permitía a los posibles beneficiarios tramitar su permiso de trabajo en apenas 15 días hábiles a cambio del pago de 1 mil 225 dólares. A partir del mes que viene, los potenciales beneficiarios de esta conocida como “visa premium” tendrá que tramitar y renovar su estancia en EU como el resto de extranjeros, lo que puede demorar hasta ocho meses o no ser concedida nunca.
Golpe a Silicon Valley. Con la nueva orden ejecutiva sobre refugiados e inmigrantes, firmada ayer por Trump, el gobierno de EU asesta un golpe a la pujante industria de la alta tecnología estadunidense, a la que el presidente parece haber declarado la guerra, luego de que casi todas sus compañías criticasen con dureza la deriva antiinmigrante del mandatario republicano.
El año pasado se concedieron 65 mil visados H1-B, muchas de las cuales fueron al llamado Silicon Valley, en el área de la bahía de San Francisco, donde el 36.7% de los empleados son extranjeros altamente cualificados.
Entrevista para todos. Dentro de este endurecimiento de las condiciones para obtener permiso de entrada o de trabajo en EU destaca asimismo la suspensión del programa Visa Interview Waiver, que eximía a ciertos viajeros frecuentes de hacer una entrevista en persona para renovar su visado. Esta medida perjudicará a estudiantes, tripulantes de aviación, turistas o empresarios de todo el mundo. Sólo quedan exentos los que viajen con un visado diplomático, de la OTAN, para viajar a Naciones Unidas o cuyo viaje esté “relacionado con una organización internacional” o para reunirse con miembros del Gobierno de EU.





