Se sabe que dentro del limitado listado de cualidades que posee, la gratitud y la lealtad, jamás han estado en sus valores como humano.
Hace 4 años, en la renovación de la alcaldía pretendió, sin éxito alguno, amagar y venderse como el abanderado de las causas del priismo jarocho. Muy alejado de ello, está en realidad.
Y es que sólo basta recordar parte de sus inicios, cuando en el trienio de López Meza se “encumbró” como dirigente, que no líder, de un partido que siempre estuvo como becerro recién nacido, pegado a la ubre presupuestal.
En los 12 años pasados, los últimos gobiernos priistas, amasó cargos y capital, que producen los mismos; pero siempre se acordó de su partido, únicamente en el tiempo de elecciones, cuando necesitaba renovar su coto de cargos y posiciones.
Su hija, funcionaria de nivel en la actual administración municipal, sin impactos y mucho menos resultados importantes.
Su fundación u asociación, siempre fue apoyada por quien, en el pasado, y ahora pretende, enfrentar.
Registro de ello existe; él lo sabe, no se le debe olvidar. Hacerlo sería un gravísimo error. No todos le prestarán el oído, como la semana pasada lo hizo el abanderado del “cambio”.
Que no se equivoque, en Veracruz, le guste o no, hay un jefe político del priismo jarocho. El mismo que cuando a él le convino, hasta “jefazo” le decía… debe de recordar que, en política, nada, absolutamente nada, es como él pretende que sea…ahuevo. Avisado está.