EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE MÉXICO, DEBE SER UN VIRTUOSO, QUE GARANTICE SUSTENTABILIDAD, PAZ Y PROGRESO

Sesenta millones de mexicanos, en estado de pobreza, rezan individual y colectivamente, todos los días al despertarse y al anochecer antes de dormir, repitiendo en familia, el evangelio que consigna la Biblia bajo el título de Mateo 14,13-21 Tiempo Ordinario. ¿Sabes cuál es el secreto del éxito? ¡ Todo depende en manos de quien se ponga el Problema!. «»En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de ahí en una barca a un sitio tranquilo y apartado, al saber la gente; lo siguió por tierra desde sus pueblos. Al desembarcar vio Jesús el gentío, le dio lastima y curó a los enfermos, como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer. Jesús les replicó: no hace falta que vayan, dadles vosotros de comer. Ellos le replicaron: si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces. Les dijo: traédmelos, mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente, comieron todo hasta quedar satisfechos y recogieron unos doce cestos llenos de sobras; comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños»».

Hasta hoy, no ha habido un hombre o una mujer, que responda favorablemente a la necesidad de los marginados en estado de pobreza, a pesar de tantas campañas políticas, de tantos programas gubernamentales, destinados a ese fin, ni de tanta riqueza generada por los sectores productivos, que con impuestos contribuyen al gasto público, y a pesar de ello, nadie ha salido a cumplir esa misión de darle de comer al pueblo, a falta de empleo u ocupación, que permita a cada familia ganarse el diario sustento. Para llevar los alimentos a los suyos; para atenderlos en sus requerimientos de salud; para darles educación; un hogar digno; y sobre todo darles seguridad, para que todo mundo viva con la tranquilidad a que estuvimos acostumbrados durante muchos años, después de consumada la Revolución Mexicana y durante el periodo de estabilidad y crecimiento, que programaron en sus planes gubernamentales, los gobernantes de México.

La riqueza acumulada por los dueños del gran capital, en este México de libertades, donde la Constitución Política de la República, garantiza los derechos fundamentales para una vida digna, para el desarrollo personal de todos los mexicanos, donde cada uno (según la Constitución) será tratado igual que los demás y con una educación garantizada por el estado, podrá desarrollar cada mexicano, su capacidad y creatividad. Acabamos de celebrar los cien años de la Promulgación de la Constitución, y los discursos elocuentes de los Diputados, Senadores, Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Presidente de la República, teniendo como sede el teatro de la república en la ciudad de Querétaro, lugar donde fue aprobado nuestro texto fundamental; en los estados se replicaron esos festejos, con la participación de los políticos locales, quienes hicieron gala de su oratoria y de sus conocimientos de la historia de México; sin embargo, las violaciones a la Carta Magna, son la orden del día en cada municipalidad, desde las capitales de los estados, hasta las pequeñas comunidades o pueblos, donde el abandono y la falta de solidaridad social, saltan a la vista de todos, sin que el gobierno acuda en auxilio de esos compatriotas.

Ni qué decir a su favor, de los aspirantes a relevar al Presidente Enrique Peña Nieto, al frente del gobierno de México, puesto que los partidos políticos que llevan mano para seleccionar a sus mejores hombres, se han convertido en agencias de colocación de políticos ambiciosos y perversos, que como en el caso de los ex gobernadores de las siete entidades, en donde hace un año, resultaron electos nuevos personajes, bajo las siglas gastadas de los viejos partidos políticos, pero sin propuestas, para atender a los desvalidos. En cambio, se ha difundido la ambición desmedida de los que se fueron quienes dejaron quebradas las finanzas públicas de los estados que mal gobernaron durante su periodo sexenal. Un elemento distractor de la población, lo es sin duda, la televisión, los medios impresos, la radio, las redes sociales, que constituyen los únicos medios de conocimiento del pueblo; y la manipulación de las noticias, el maquillaje con que se da cuenta de los hechos que suceden en cada rincón de la patria, es el pan nuestro de cada día. Sigue vigente aquella frase del tigre Emilio Azcárraga Milmo, cuando en tiempos del presidente Luis Echeverría Alvarez, los intelectuales que fueron exiliados a la muerte de Allende, en México encontraron su protección, ocupación laboral y el disfrute de las libertades, tal como lo impone el artículo primero de la Carta Magna, habiendo sido incorporados al gabinetes en puestos importantes, como discriminación para los intelectuales nacionales; y desde el gobierno, comenzaron a denostar el monopolio de Emilio Azcárraga, bautizando a la televisión «como la caja idiota», en alusión a la falta de educación que debería cubrir televisa, ante la insuficiencia del gobierno para educar al pueblo. El tigre Azcárraga, declaró en su primera oportunidad, ante medios de comunicación y ante empresarios, que su televisora, llevaba entretenimiento y diversión a todos los hogares mexicanos, para mantener la felicidad y la tranquilidad «de los jodidos»; agregó que la tv era una empresa para dar un servicio a sus anunciantes, a cambio del precio que pagaron los empresarios, para incrementar sus ventas; agregó, que los costos de operación y de personal, eran cuantiosos y que en sus negocios, a nadie le interesa perder. Clara respuesta a los críticos de la tv mexicana, y al gobierno populista de Echeverría, quienes no tuvieron más que aguantar y empezar a utilizar otros canales de comunicación con menor impacto.

La rectoría económica del estado, constitucionalmente corresponde al gobierno federal y por consiguiente, le corresponde también, garantizar el abasto de los artículos de primera necesidad, a bajo precio cuidando que ningún mexicano se quede sin cubrir sus más urgentes necesidades de alimentación, techumbre, salud y educación. Por eso hoy podemos decir, que desde que la Revolución Mexicana se institucionalizó, las banderas por las que lucharon siguiendo a Madero desde 1910, quedaron en el olvido de los beneficiarios de la Post revolución, hasta nuestros días. De todos los precandidatos que se promueven por los diferentes partidos, para ocupar la presidencia de la república, todavía no aparece quien esté dispuestos a seguir el ejemplo de Jesucristo, para multiplicar y distribuir entre los más bajos estratos sociales, lo que legítimamente les corresponde de la riqueza nacional.