El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitará mil 500 millones de dólares al Congreso “para comenzar la construcción del muro este año” y dos mil 600 millones adicionales para el año fiscal 2018, que comienza en octubre y acaba en septiembre del año que viene.
La partida inicial se eleva así a 4 mil 500 millones, sobre una estimación total de más de 21 mil millones de dólares. Además, el mandatario republicano solicitó otros mil 500 millones de dólares para contratar cinco mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza y 10 mil agentes de los servicios de Aduanas e Inmigración.
Aunque Trump mantiene su amenaza de que México acabará abonando la factura de la obra, de momento se limitó a anunciar que los recursos, que deben ser autorizados por el Congreso, provendrán del Departamento del Tesoro y tienen como objetivo financiar la construcción de “dos proyectos pilotos”, con diferentes tipos de barreras, para ver cuál es el modelo más efectivo y de menor coste.
“¿Cuántas millas de muro se construirán con eso? No tenemos una respuesta porque no hemos llegado a una conclusión sobre el tipo de construcción, no hemos decidido dónde vamos a empezar”, dijo el director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney.
De acuerdo a documentos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se prevé que la construcción se inicie en los enclaves fronterizos clave de El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California).
“No pasará”. Nita Lowey una de las más importantes legisladoras en materia presupuestal en su calidad de la demócrata de mayor rango del Comité de Gastos de la Cámara de Representantes, fustigó que el presidente haya incluido dinero para el muro en la petición de gastos suplementarios.
“La petición para construir un muro en la frontera sur no va a ir a ningún lado; es un despilfarro multianual y multimillonario”, señaló Lowey, demócrata por Nueva York.
“Esta petición injustificada está basada nada más que en una promesa de campaña”, remató.
