La Universidad Veracruzana le ha quedado mucho a deber a la sociedad: Rosío Córdova Plaza, aspirante a Rectora

Para la aspirante a rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Rosío Córdova Plaza, es momento de ver a la sociedad, pues desde su punto de vista la máxima casa de estudios superiores de nuestro estado le ha quedado a deber mucho.

“La universidad ha olvidado, relativamente, este deber que tiene con la sociedad. Por el hecho de ser una institución de educación superior de carácter público estamos viviendo de estos recursos fiscales que la sociedad está aportando y tenemos un mandato social”, comentó en el programa Polaca a la Veracruzana, trasmitido la noche de este martes.

Al conversar con los periodistas Manuel Rosete, Raymundo Jiménez y José Ortiz, la investigadora de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS) apuntó que la UV se está alejando de ese compromiso.

“La universidad debe ser la punta de lanza para resolver los problemas que tiene la sociedad veracruzana”, reiteró, al tiempo que dijo que las nuevas formas de entender la educación pública se están distanciando de este mandato y deber social.

Añadió que ello ha implicado que el conocimiento no se entienda como un mecanismo de movilidad social y, al contrario, sostuvo que de unos años para acá se denuesta el papel de los académicos con estas fórmulas de extrema vigilancia y control.

“Ya no se entiende el papel de los académicos con la universidad como un coadyuvante en la resolución de los problemas sociales”, abundó Córdova Plaza.

Desde su punto de vista hay un imaginario muy desdeñoso de lo que hacen los académicos, incluso en una reunión con empresarios, ellos le confesaron desconocer el trabajo de los investigadores, más allá “de jugar dominó” en los institutos.

“Creo que hace falta una política de acercamiento a estos espacios de la sociedad que se puede beneficiar de lo que se hace en la Universidad Veracruzana”, señaló en sus palabras, al tiempo que refrendó que el rol de la institución no solamente es la formación de cuadros para que ejerzan en instituciones de gobierno o empresas, sino también aquellos que resuelvan problemas puntuales de la sociedad.

Lamentó que ante los severos problemas de inseguridad que aquejan al estado, la UV no haya contribuido a solucionarlos, de allí que una de sus propuestas a aplicar, en caso de conseguir la Rectoría, sea la implementación de un programa para la cultura de la paz.

Sostuvo que lo que pretende es que se genere un espacio de discusión entre los ciudadanos, ya que el miedo ha impedido que se generen alternativas de solución. “La universidad está olvidando este aspecto como eje articulador de propuestas sociales”, puntualizó.

Hace falta consolidar la autonomía de la UV

Para la antropologa social, la consolidación de la autonomía de la UV necesariamente pasa por la autonomía financiera y, en ese sentido, criticó que después de que la pasada Legislatura ya había otorgado el 3 por ciento, a propuesta del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, las autoridades universitarias no presionaron al actual Congreso para que se incrementara, bajándolo al 2.54% del presupuesto total del estado.

Ese recurso autorizado para el presente ejercicio fiscal, manifestó, es muy poco tomando en cuenta que podría ayudar a “sacar del bache” en el que se encuentra el estado y esperar hasta el 2023 para llegar al 4% no da certeza, porque cualquier cosa podría faltar en estos seis años.

Ha habido dilación para defender a la universidad

Al ser cuestionada sobre si la autonomía universitaria en los cuatro años de Sara Ladrón de Guevara se ha visto disminuida o fortalecida, consideró que a pesar de que el quebranto financiero se empezó a dar desde el 2015, cuando se les informó que dejarían de recibir 600 millones de pesos, se actuó tardíamente y con dilación para exigir el pago de los adeudos.

“Un año después se presentaron las denuncias penales, siete meses después se nos informa a la comunidad universitaria cuál es el estado de las finanzas”, cuestionó, al exponer que la falta de contundencia se vio reflejada en el adeudo que se arrastra desde ocho años atrás y el establecimiento de la autonomía en apenas el 2.54%.

En torno a este pasivo, recordó que se arrastra desde el rectorado de Raúl Arias Lovillo, llegando en 2015 a 2 mil millones de pesos y actualmente en 2016. Citando al investigador Hilario Barcelata Chávez, actual director del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), sostuvo que la deuda crece mensualmente en 110 millones de pesos.

La maestra y doctora en Ciencias Antopológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) mencionó que para resolver este déficit, la alma mater veracruzana con sus laboratorios podría ofrecer servicios de primer nivel a otras universidades, incluso al sector salud y a aquellas instituciones que requieren de análisis muy precisos en el campo de las ciencias duras.

Agregó que el aparato burocrático que está creciendo en la universidad debe ser modernizado, para evitar que obstaculice el quehacer académico, y adicionó que se requiere revisar qué organizaciones internacionales pueden apoyar proyectos de investigación, citando el caso de países como Holanda y Canadá, que financian iniciativas de este tipo.

Dijo que si bien los académicos deben transparentar el uso de los recursos públicos que reciben, a su juicio existe una vigilancia exacerbada por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para detectar un mal manejo, lo que complica poder ejercerlos.

Rosío Córdova externó que la UV debe sumarse al “gran movimiento” de las universidades públicas para exigir mayores recursos, ante el recorte en las becas para investigadores y estudiantes de posgrados.

Fustigó que la institución sea un “monstruo come recursos” y puso como ejemplo que cuando se realiza un congreso internacional, los recursos que se obtienen de los participantes entran a un caja general, y luego identificarlos y sacarlos es sumamente complicado. “Necesitamos mecanismos que permitan un flujo más terso de los recursos”, propuso.

La miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 3 abundó que los investigadores son los más golpeados, porque a pesar de diseñar los proyectos a llevar a cabo, ninguno recibe alguna compensación por dicho trabajo.

Con relación al servicio social que deben prestar los alumnos de pregrado, comentó que se debe diseñar un esquema que permita que éste cumpla el objetivo y resuelva los problemas de las comunidades.

Las UVI, espacio ideal para ayudar a regiones marginadas del estado

Además indicó que las cuatro sedes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) son el espacio ideal para ayudar las regiones que por años han estado marginadas, formando jóvenes que regresen con los conocimientos adquiridos y los apliquen en pro del desarrollo.

La especialista en estudios de género planteó la idea de que la institución colabore en la incubación de empresas en esas comunidades donde las mujeres particularmente se dedican al cultivo del café u otros, ayudándolas a hacer más con los recursos económicos que reciben de sus esposos que emigraron a Estados Unidos.

Insistió que la UV se mantiene en un encierro que no les permite ver más allá y la muestra es que los empresarios no sepan qué hace la universidad y cómo pueden solicitarle que forme profesionistas acorde a las necesidades actuales.

La aspirante a Rectora manifestó que se debe canalizar a los estudiantes de las carreras saturadas a otras ramas que ahora están siendo demandadas y que en el caso de los institutos tecnológicos les han hecho ganar premios, por ejemplo, en Robótica.

La autora de diversos libros sobre el patrimonio histórico y cultural de Veracruz, la migración internacional y la crisis agrícola en el estado, la brujería sexual y coautora de otros más, refrendó que por ahí deberían canalizar la oferta académica a ofrecerle a los bachilleres del estado y del país.