Los festivales de cine en México son los escenarios ideales para poder apreciar películas de todo el mundo que en algunas ocasiones no llegan a salas comerciales del país. Por el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2017, que concluyó la semana pasada, pasaron algunas cintas que se volvieron inolvidables para la audiencia. A continuación algunas de las cintas internacionales y nacionales que destacaron en el certamen fílmico y que esperamos lleguen a tener un estreno a nivel nacional.
Paterson o Jim Jarmusch haciendo un poema de lo cotidiano. Jim Jarmusch ha hecho en su más reciente filme Paterson, la consumación de una estética poética. Sabemos que el estadunidense siempre ha tenido un lado sentimental y lo ha sabido mostrar perfectamente en cada una de sus películas. Nunca ha utilizado la parafernalia para poder contar sus historias y en Paterson no es la excepción.
A través de una sencilla historia sobre un conductor de autobús y poeta aficionado sobre las pequeñas cosas llamado Paterson, el cineasta ofrece una hermosa reflexión sobre la soledad y sobre cómo encontrar lo brillante en lo casi imperceptible, en esas coincidencias y detalles cotidianos, que a menudo nos parecen maravillosos y que no podemos explicarnos.
El cineasta nos mete en la cotidianidad de ese conductor llamado Paterson (Adam Driver), que vive en la ciudad de Paterson, en Nueva Jersey. Nos cuenta de su afición y de su mujer Laura (Golshifteh Farahani), quien es simpática y a veces extrovertida. La película nos narra una semana en esa vida aparentemente convencional y nos muestra a un Paterson con su rutina casi cabalística de mañanas de cereal, de caminar hacia el trabajo y pasear al perro y el proceso creativo de uno de sus poemas inspirado en una caja de cerillas.
Nos muestra las posibilidades de la vida diaria. En su historia está la importancia de cada acontecimiento, por muy mínimo que sea, y su impacto en el sentimiento del personaje. Nos hace pensar que la vida es un juego de espejos en el que cada uno nos interpretamos de forma diferente ante el otro de acuerdo a la forma en que vivimos. El espectador es para Paterson su imaginación y la vida el poema que escribe con solo existir.
La película fue ovacionada por la crítica en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes y apostaba por ella para ganar la Palma de Oro, que finalmente ganó Ken Loach con I, Daniel Blake. Sin embargo, es uno de los filmes que brillan por su perfección estilística y que nos muestran sentimientos profundos y la visión asombrosa desde la vida de un hombre común. Es una lección sobre dejarse sorprender.
Jarmusch ha perfeccionado en la pantalla agrande lo que Roberto Begnini quiso hacer alguna vez en El tigre y la nieve (2005), pero le ha impuesto ese estilo más reflexivo y matizado en sutilezas sobre la cotidianidad. Los poetas existen para encontrar las palabras que logren describir las cosas maravillosas de la vida, decía Begnini en la película. Así lo hace Jarmusch, pero con fotogramas.