Por demás interesante la nota publicada por el diario poblano El Popular, en la que da a conocer algunos datos muy reveladores sobre Esterinova, Puebla SA de CV, la empresa de aquella entidad a la que el gobierno de Veracruz le adjudicó de manera directa, sin mediar licitación, un contrato por más de 109 millones de pesos para proveer el servicio integral de hemodiálisis al Sector Salud estatal.
En primer lugar, el director general de Esterinova, José Manuel Cervantes Jiménez, admitió que la empresa no ofrece servicios en el estado de Puebla, pese a tener ahí su domicilio fiscal, lo que ya de suyo resulta sospechoso.
Y aún hay más. El diario acudió al domicilio de la empresa, Acatlán número 50 de la colonia La Paz, en la ciudad de Puebla, y resulta que se encuentra en un conjunto habitacional-residencial y no en uno comercial, además de que el sitio tampoco cuenta con señalética que indique que ahí opera una empresa que cuenta con la capacidad para proveer al Sector Salud del estado de Veracruz de algo tan delicado como los servicios de hemodiálisis.
A pesar de ello, el director de la empresa afirma que en la asignación del contrato todo fue legal y “transparente”, y para soportar sus dichos, refirió la auditoría que les practicó la Secretaría de Salud de Veracruz, “en la que no hallaron irregularidades”.
Pues si el negocio es de ellos, ni modo que dijeran que sí las encontraron. Y el proceso es tan “transparente”, que si no fuera por las denuncias de Alejandro Cossío al respecto, probablemente jamás nos habríamos enterado de éstas, las primeras tranzas del cambio.





