La muerte es algo natural, pero el miedo, la superstición y la cultura popular la tachan como uno de los peores castigos de la humanidad. El refinado humor inglés, irónico, con un adecuado uso del lenguaje y de las normas sociales, pero punzante, encontró en la pluma de Laura Wade una reinterpretación del bien morir, en el montaje Colder Than Here.
Susana Alexander, apasionada por la comedia británica, descubrió el guión de Wade con la narrativa de una mujer que padece cáncer y decide preparar hasta el último detalle su funeral; pretende así evitar conflictos a su esposo e hijas. La primera actriz se dio a la tarea de traducir, adaptar y protagonizar la obra de Laura para hablarle a los mexicanos.
El objetivo de Alexander conserva la también meta de Wade: presentar una puesta en escena con el planteamiento de tomar la muerte como la última oportunidad de disfrutar la vida y a los seres amados… vencer, pues, el miedo a La Catrina, paradójicamente tan celebrada en la idiosincrasia nacional.
Con Instrucciones… la histrión logró además una catarsis. Abrazó su dolor ante las muertes de su padre Alfred Alexander-Katz y su hermano Didier Alexander-Katz Kauffmann. Ambos, aunque ya no están, son parte directa de este proyecto, fue financiado gracias al finiquito de las propiedades europeas del primero y con la tecnología teatral hecha por la empresa del segundo.
Hablar de la partida de gente tan amada en un escenario, frente a desconocidos que comparten la misma desazón puede ser aleccionador, aprendió Alexander.
“Para mí es muy importante, porque lo que quiero es quitarle el miedo a la gente, que vean un tema que se debe tocar, porque va a suceder. Que no se hable de ello o parezca de mal gusto no lo va a evitar. Me la paso hablando de la muerte, porque debe ser bella, hay que contarlo bonito. Esta obra tiene las dos gracias, una forma linda y cotidiana.
“Es como creo se debe hablar de la muerte, hasta con nuestros hijos, sin miedos ni tabúes”, expresa Alexander, en entrevista con Crónica, mientras se prepara en su camerino para recibir la tercera llamada y subir una vez más al escenario del Teatro Rafael Solana, del Centro Cultural y Social Veracruzano, hogar actual del montaje.
A Susana se une en escena su sobrina, quien recientemente perdió a sus dos padres. Así, en familia se dan la oportunidad de vivir su duelo. Sophie Alexander-Katz aplaude la labor de La Sus, como cariñosamente se refiere a su tía.