El procurador general de Estados Unidos, Jeff Sessions, amenazó ayer con cortar fondos federales a las llamadas ciudades-santuario, si se niegan a colaborar con las autoridades migratorias (ICE) en la detención de personas indocumentadas, a las que, una vez más, intentó criminalizar.
“Asaltos, robos, delitos de drogas, crímenes de pandillas, violaciones, crímenes contra niños y asesinatos. Innumerables estadunidenses seguirían vivos hoy en día si las políticas de estas ciudades-santuario hubieran sido suprimidas”, consideró Sessions en su intervención.
“Violan la ley”. “Estas políticas no pueden continuar. Hacen que nuestra nación sea menos segura al devolver a los criminales a la calle”, dijo Sessions desde la Casa Blanca. “Hoy urjo a los estados y autoridades locales a que cumplan con las leyes federales”, agregó al reiterar que “violan la ley federal”.
En concreto, Sessions detalló que las ciudades-santuario perderán fondos federales de la Oficina de Programas de Justicia (OJP), que otorga cada año millones de dólares a agencias locales para programas que buscan, entre otras cosas, disminuir la violencia de pandillas y de armas; y tratar a jóvenes con problemas de abuso de sustancias.
“Intentamos usar todas nuestras normas para hacer que las autoridades estatales y locales cumplan con las leyes federales”, aseguró el fiscal.
Sessions mencionó un informe del Departamento de Seguridad Nacional que reporta que en una semana hubo más de 200 instancias que se negaron a “honrar las solicitudes de detención de ICE de personas acusadas de serios crímenes”, que incluyen, según Sessions, tráfico de drogas, ofensas contra menores de edad, violaciones e incluso asesinatos.
Orden ejecutiva. Recién en enero, Trump firmó una orden ejecutiva que buscaba debilitar a las ciudades santuario al establecer un recorte de fondos federales a aquellas que continúen refugiando indocumentados. Dicha orden endurece la persecución ya que cualquier falta penal, por leve que sea (como un faro del carro apagado), es motivo suficiente para la deportación del indocumentado.
Los condados santuario ya están sintiendo la llegada de Trump a sus espacios. Univisión informó que hace una semana, más de 50 indocumentados de origen mexicano fueron detenidos en Austin, Texas, en un operativo que fue considerado por organizaciones de derechos civiles como un castigo por implementar las políticas de santuario.