Finalmente, Fidel Kuri Grajales se decidió y pidió licencia como diputado federal para contender, aunque usted no lo crea, como candidato del PRI a la alcaldía de Boca del Río.
El único sostén de Kuri Grajales para lanzarse a lo que se antoja como una causa perdida desde ahora es que a través del Club Tiburones Rojos del Veracruz -del cual es dueño y que tiene un innegable arrastre en la zona conurbada- el priista jale para su causa a la fanaticada del equipo.
Sin embargo, difícilmente le alcanzará para enfrentar al panismo boqueño yunista. Para empezar, porque Kuri Grajales no vive en Boca del Río. Todo mundo sabe que es de Orizaba, que hasta diputado es por ese distrito, por lo que habría incluso que checar si cumple con los criterios de elegibilidad para ser alcalde.
Además, la temporada del Tiburón está verdaderamente para llorar, así que dudamos que le ayude de gran cosa. Aunque seguramente, dinero para la campaña, que a Kuri le sobra, sí va a haber.
