Con el registro de los candidatos al gobierno del Estado de México, en un desfile que se inició ayer con la presencia de Alfredo del Mazo Maza, candidato del PRI al gobierno del Edomex; seguido de la candidata de MORENA, Delfina Gómez Alvarez, quien entre porras y vivas en favor de Andrés Manuel López Obrador, llegó ante el Instituto Estatal Electoral a presentar su documentación; el siguiente candidato en registrarse, fue el perredista Juan Zepeda, quien en entrevistas concedidas a su llegada al Instituto Electoral, dijo estar seguro que será el triunfador, aunque haya sido el último en destaparse como aspirante a gobernador, ya que sus contendientes están rebasados en las encuestas y para Juan Zepeda, ni Alfredo del Mazo, ni Josefina Vázquez Mota, ni Delfina Gómez Alvarez, tienen la mínima oportunidad de ganar ésta elección; atrás de Juan llegó Josefina Vázquez Mota, quien en vez de promocionar su proyecto de gobierno para el Edomex, se puso a justificar a su familia (padre, esposo y hermanos) metiendo la mano al fuego por sus familiares, a quienes se les acusa de lavado de dinero y operaciones de carácter ilegal para obtener un enriquecimiento ilícito, sin que puedan justificar los negocios de donde obtuvieron las cantidades millonarias que la PGR les descubrió.
Las descalificaciones entre los propios candidatos, no se han hecho esperar; y de Alfredo del Mazo, sus contrincantes le señalan que por ser «primo» del presidente Enrique Peña Nieto, seguramente utilizará recursos ilimitados, provenientes de todo el gabinete de Peña; y que la «mapachada» que operó la elección que llevó a Enrique Peña Nieto a los Pinos, ya se instaló en el Estado de México, para favorecer la elección del primo Alfredo del Mazo Maza. De Josefina Vázquez Mota, a quien se le cuestionó su origen y domicilio, señalándole el incumplimiento de requisitos para ser candidata al gobierno del Edomex y poder anularle su registro; sin embargo, Vázquez Mota ha difundido que dos de sus hijas nacieron en Tlalnepantla Estado de México, y que ella tiene domicilio en la misma entidad, desde hace varios años, sin que le preocupe el cuestionamiento, por considerar que es propio de la guerra sucia electoral; no se esperaba Josefina, la publicidad que se ha hecho, en contra de su papa y otros familiares, a quienes investiga la Procuraduría General de la República, por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y operaciones de carácter ilegal, pues aunque no se trate de Josefina, de resultar ciertas las acusaciones contra su familia, también le salpicarían de lodo a Josefina, además de que le están exigiendo a la candidata, que aclare y justifique el gasto de los mil millones de pesos, que recibió directamente de Peña Nieto, como un subsidio- donativo para su fundación «Juntos Podemos» , de cuyas acciones nadie sabe nada y menos de la justificación y rendición de cuentas de esos fondos, este asunto es tan grave, que si podría descarrilar a la mujer de la sonrisa permanente que no deja de sentirse segura para ganar esta elección, tal como se sintió segura, para la pasada elección presidencial, en la que resultó derrotada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Juan Zepeda, cuya imagen resulta ser eminentemente localista, a diferencia de Alfredo del Mazo y Josefina Vázquez Mota, cuyas identidades se conocen en el ámbito político nacional, resulta que Zepeda, ex diputado federal y ex alcalde por el PRD de ciudad Nezahualcóyotl, es tan discreto, que no se sabe hasta ahorita, nada que manche su currículum y algunas voces perredistas, manifiestan que puede dar la sorpresa y ganar la gubernatura del Edomex, donde se registra el mayor número de electores, del padrón nacional; aunque en la política «nadie se salva» del golpeteo y descalificaciones propias de una campaña y con certeza en pocos días le van a sacar confidencias a Juan Zepeda, a tal grado que como ha sucedido a otros candidatos, en campaña se enteran de la identidad «de sus padres» e igualmente, muchos candidatos en campaña dejan al descubierto las infidelidades de sus cónyuges y sus preferencias sexuales, que los obliga a «salir del clóset», aunque resulten con el premio mayor de ganar la elección. La menos cuestionada es Delfina Gómez, candidata de MORENA, también ex alcaldesa de Texcoco, ex diputada y maestra de educación primaria, por lo que conserva una buena imagen y hasta hoy, nada se sabe de su vida privada, que pudiera causarle demérito para sus aspiraciones, que resultarán competitivas, por el impulso de AMLO, para acuerpar su campaña política a partir del próximo día 3 de abril.
Las promesas de los candidatos, no varían mucho entre los cuatro aspirantes, pues coinciden en reconocer la inseguridad que priva en las calles, en los negocios, en los centros de diversión, en los domicilios particulares y en cualquier espacio público, donde hampones solitarios, comandos del crimen organizado y hasta miembros de la policia uniformada, actúan en contubernio con funcionarios de la Fiscalía del Estado de México, y por consiguiente, los cuatro candidatos están ofreciendo a cambio de votos, el compromiso de acabar con este mal que no es exclusivo del Edomex, sino que se ha extendido a lo ancho y largo del territorio nacional. La oferta de empleos «bien pagados» con una jornada laboral de ocho horas diarias y cinco días laborables de cada semana, es otro compromiso de Josefina Vázquez Mota, quien aparenta ante el público, ser una experta en la generación de empleos, pues aduce contar con una gran experiencia desde que formó parte del gabinete del presidente Fox, como titular de la SEDESOL. Alfredo del Mazo, por su parte, seguro de su triunfo por el vínculo familiar que lo une al presidente Enrique Peña Nieto, asegura que con su llegada al gobierno del Estado de México, se acabarán todos los problemas que aquejan a la población, y que para combatir la inseguridad, contará con el respaldo de la Gendarmería Nacional y con los miembros del Ejército y Armada de México, lo que sin duda garantiza la pacificación de los ciento veinticinco municipios que conforman el Estado de México y la prosperidad de todos sus habitantes que contarían con empleos suficientes para arraigar a los mexiquenses y acabar con su migración a los Estados Unidos.
La candidata de MORENA, repite como oferta de campaña, el mismo discurso de su jefe político AMLO, comprometiéndose a trabajar junto con su gabinete, bajo el esquema de la «honestidad valiente» y se compromete la maestra Delfina, a vigilar que nadie se quede sin acceso a la educación, alimentación y cuidado de la salud pública, pues para escoger a los miembros de su gabinete, utilizará un filtro que le permita seleccionar a los más capaces servidores públicos que invitará a su gabinete. Juan Zepeda, garantiza a los mexiquenses, que así como logró limpiar a ciudad Neza, cuando fue presidente municipal, así procederá a limpiar todos los municipios de la entidad, erradicando los vicios del alcohol, la prostitución y el tráfico de drogas, con lo cual se generaría un ambiente de trabajo y de progreso para las familias mexiquenses.
Todas las promesas de los candidatos del Estado de México al electorado que habrá de decidir su futuro político, son válidas y legales; lo único que comentan los mexiquenses es que en cada proceso electoral, se repiten los mismos discursos, las mismas ofertas y compromisos para mejorar la calidad de vida de la población, y el resultado, siempre es el mismo, pues los políticos del Estado de México, como la mayoría de los políticos mexicanos «prometen para ganar, y después de haber ganado, nada de lo prometido» o lo que es lo mismo, un gobernador en funciones, «no está obligado a sostener su palabra, cuando las circunstancias cambien» práctica maquiavélica que resulta muy recurrente en la clase política mexicana.