Por su proceso de descomposición, cuerpos de fosas en Alvarado y Veracruz tendrían menos de 2 años: investigador

Olores fétidos que se agudizan con las altas temperaturas, surgen del Servicio Médico Forense en Boca del Río donde se analizan, en la parte exterior del inmueble, los restos humanos hallados en las fosas clandestinas de Arbolillo en Alvarado y de Colinas de Santa Fe en Veracruz.

Incomodidad, nauseas pero sobre todo temor ha provocado entre la población estudiantil este desagradable olor, pues esta área de la fiscalía está localizada justo a un lado del campus Mocambo de la UV y frente al Colegio la Paz; en la parte trasera, se encuentran áreas deportivas de la facultad de Educación Fisica y canchas particulares de futbol, donde diariamente acuden deportistas de todas las edades a practicar este deporte y participar en los encuentros.

Sin embargo, el aroma que impregna el ambiente ha generado la angustia de la población, quienes temen que esta situación pueda repercutir en la salud. Carlos Alerto Baltasar, especialista de antropología forense e investigador del Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana, descartó que la pestilencia por sí misma afecta al ser humano, señaló que a menos de que se tenga contacto directo con un cadáver, las bacterias y esporas podrían contaminar a una persona sana.

“Al interior del cuerpo se produce un proceso bacteriano, estas bacterias generan unos gases llamados cadaverina y putricina, obviamente es un proceso de descomposición natural, las mismas bacterias van descomponiendo el cadáver para comérselos. Los olores son penetrantes y generan un malestar al olerlos, pero si no se tiene ningún contacto con el cadáver no hay ningún riesgo de enfermedad o contagio”, detalló.”, agregó.

Dijo que las condiciones climáticas, como la temperatura y la humedad, aceleran el proceso de putrefacción de un cuerpo sin vida, por lo que según el experto, el tiempo de descomposición de un cuerpo humano, puede variar según el lugar donde se encuentre.

“Un cadáver generalmente en esta parte de la costa con la humedad, con la temperatura que se tiene en estos lugares a cielo abierto puede descomponerse muy muy rápidamente, en menos de un año quizá solo estemos hablando de restos óseos, si se encuentra enterrado el proceso varia, si se encuentra en agua esto también va a variar; un cadáver en féretro por ejemplo en la Ciudad de México tarda de 6 a 7 años para encontrar solo restos óseos”.

Se puede estimar que los restos que se han recuperado de las fosas de Arbolillo en Alvarado, podrían tener menos de dos años de haber sido enterrados, pues por la condiciones del lugar, el proceso de putrefacción es rápido.

“Eventualmente hemos encontrado cadáveres a una profundidad promedio de 50 o 60 centímetros enterrados y que tardan por lo regular entre 1 o 2 años en sufrir este proceso de esqueletización, todo el tejido blando se pierde”, explicó el especialista.

De haber sido osamentas las trabajadas en el Semefo boqueño, los olores fétidos posiblemente no serían perceptibles, pues a pesar de que los huesos sueltan un aceite que genera malos olores, no son tan intensos como los de la carne en descomposición, por lo que los restos posiblemente aún están en proceso de putrefacción.

“Los huesos todavía pueden contener un poco de grasa, grasa que se vuelve un poco rancia pero que el olor ya se minimiza mucho, si el proceso de composición continúa por ejemplo es probable que los huesos se sequen totalmente y queden libres de olor”, agregó.

Cabe mencionar que los restos continúan analizándose en un área no techada, que se utiliza (cuando no está saturado de cadáveres el lugar) como estacionamiento, debido a esto posiblemente, el olor a putrefacción se extiende por varios metros a la redonda.