Fred Gilland es un hombre de 78 años residente de Tennessee, Estados Unidos, que ha visitado la tumba de su esposa durante los últimos siete años sin faltar un sólo día.
“Simplemente la amé desde el instante en que la vi. Desde que murió no he vuelto a sentirme vivo y antes de que se fuera le prometí que permanecería con ella hasta el final”.
De acuerdo con el varón, se siente mejor cuando la visita, pues en su casa no hace nada más. “Siempre fue bella y tenía una voz preciosa. Estará cantando con Elvis, espero que lo esté. Si Elvis escuchase su voz, sé que cantarían juntos”, cuenta.