Ya entrado en su quinto mes como gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares se está dando cuenta en dónde está parado. No basta con ser el jefe del Ejecutivo estatal, así nada más. Se empieza a dar cuenta de que el Veracruz que hoy gobierna no es el mismo que “co-gobernaba” hace cuatro sexenios, con Patricio Chirinos.
En el Veracruz actual hace falta conocer todas las necesidades de sus gobernados, es indispensable saber todo lo bueno y malo que sucede en tierras veracruzanas, por lo menos.
Y decimos lo anterior porque ha dado claras evidencias de que no tiene la información que deber dominar un gobernador, uno que dice que hará diferencia. Dos ejemplos inmediatos: las declaraciones que emitió el pasado domingo, cuando dijo no tener conocimiento sobre el hallazgo de restos humanos en Rinconada. Ahora dice que justificó haber declarado eso porque al momento de la localización de cadáveres, no fue notificado con anticipación.
El segundo caso: El gobernador Yunes Linares reconoció que tras haber recibido información de manera inadecuada, declaró que los tres marinos “levantados” en el puerto de Veracruz a finales de enero, no estaban trabajando, cuando en realizad sí se encontraban en operaciones.
Ahora le da la razón a Fernando Arturo Castañón Zamacona, comandante de la Primera Región Naval, quien el pasado fin de semana aclaró que los tres efectivos de la Secretaría Armada de México desaparecidos sí estaban trabajando cuando fueron privados de su libertad en el municipio porteño.
El gobernador, quien, no poca cosa, fue el Secretario Ejecutivo de la Sistema Nacional de Seguridad Pública, debe tener la información que importa a Veracruz de manera inmediata, veraz, confiable, y no andar dando “palos de ciego” en temas tan delicados como la seguridad.
A cinco meses de su mini gestión, los veracruzanos que le dieron su voto, y con mayor razón quienes se lo negaron, empiezan a constatar que se ha derrumbado el mito de que Miguel Ángel Yunes Linares es un político informado.
