Primer acto: a principios de abril en varios medios nacionales y locales se informó que tres funcionarios de la Dirección de Tránsito y Protección Civil de Boca del Río fueron “levantados” por un comando en pleno bulevar turístico de Miguel Alemán, hechos que el propio Gobierno yunista reconoció. Se detalló que sujetos desconocidos interceptaron los vehículos del general Martín Cordero Luqueño y dos subordinados, en dos eventos distintos.
Segundo acto: días después Cordero Luqueño contradijo al Gobierno del estado y sostuvo que no fue privado de la libertad. Señaló que lo único que sucedió esa mañana fue que un vehículo les cerró el paso a él y al subdirector de Tránsito por lo que decidieron retirarse en un taxi y dejar la camioneta de Protección Civil abandonada.
En otro punto que se contradijo con el boletín oficial es que aseveró que únicamente fueron dos personas, ya que él y el subdirector iban juntos y no que fueron hechos distintos ni que estuvieron tres involucrados.
Tercer acto: el Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República detuvo este martes a Juan Manuel “N”, quien es presunto integrante de un grupo delictivo que opera en la zona de Boca del Río y de quien existen elementos para presumir que el 5 de abril pasado coordinó el secuestro del director de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Boca del Río.
Estas contradicciones dejan mal parado al Gobierno estatal, y nos remite al “modus operandi” que una célula de la delincuencia organizada aplicó el pasado 1 de febrero, cuando tres marinos del área de inteligencia fueron “levantados”.
Colofón: Un simple cerrón no es suficiente causa para abandonar una camioneta de Protección Civil y tomar un taxi. Nos queda claro que el funcionario boquense sí fue levantado pero no lo quisieron aceptar de manera oficial. La detención de Juan Manuel “N” les tira su contradictorio teatrito.





