DEBATE DE CALUMNIAS Y DIFAMACIÓN EN EL EDOMEX.

Desde que los señores diputados decidieron derogar los delitos de calumnias y difamación de honor; en cualquier evento o circunstancia, la disputa por alcanzar un cargo público, académico o gerencial en la iniciativa privada, conduce a los aspirantes a un escenario, donde predominan las descalificaciones; las mentiras; las acusaciones sin fundamento y todo aquello que la mente es capaz de crear, para destruir el prestigio, preparación o reputación profesional y social de las personas. Como ya no existe una sanción penal contra quien calumnia o injuria, en los procesos políticos y en el ámbito gubernamental, se recurre indiscriminadamente a la calumnia, la injuria y la difamación de honor.
El desplazamiento de los más capaces, es la meta que se imponen los impreparados; los ignorantes; los improvisados; y en general, los “mediocres” carentes de talento para debatir ideas y proyectos, como sucede actualmente en toda contienda política. “Calumnia, que algo queda”, y es que el ser humano es proclive a creer todo lo malo que se diga de cualquier otra persona y más todavía, si se trata de competidores para alcanzar alguna meta. Y como la calumnia se refería a la imputación de un hecho falso para generar el desprecio de los demás, el calumniado aún probando la falsedad de la acusación o imputación, queda dañado, por la “duda” sembrada en quienes conocieron de la falsa imputación.
De entre los diversos tipos que se utilizan para calumniar, destacan en la actualidad, el uso de las redes sociales y la propagación mediante el pago de una compensación a quienes tienen acceso a los medios masivos de comunicación; y durante las campañas políticas, la llamada “guerra sucia”, se basa fundamentalmente en provocar la descalificación de los contendientes, patrocinando acusaciones calumniosas que se propagan con el propósito de que el calumniado pierda popularidad y seguidores de su causa.
La injuria es considerada, como “la expresión que lastima o lesiona la dignidad de otra persona; con el claro propósito de acabar con su buena fama o de atentar contra la estimación que los demás tienen, de la persona que ha recibido la injuria”. Se agrava la conducta injuriosa, cuando se tiene conocimiento de la falsedad o temeridad de las imputaciones que se profieren. En muchos casos, queda la responsabilidad civil únicamente, cuando el que injuria, se retracta en condiciones iguales a las que utilizó para denostar a la persona injuriada.
Que mal se vieron los candidatos a la gubernatura del Estado de México, pues ni a cuál ir de los seis que se presentaron al debate y se dedicaron a proferirse calumnias y difamaciones. Josefina Vázquez Mota contra el candidato del PRI y la candidata de MORENA; acusando a los dos de corrupción y de representar los intereses el primero de Peña Nieto y la segunda de AMLO, pero sin justificar la imputación sobre Josefina, de haber recibido mil millones de pesos de Peña Nieto, para su fundación Juntos Podemos y cuya aplicación de esos millonarios recursos, permanece oculta e irregular. Por cuanto hace al licenciado Del Mazo, su intervención la dividió en dos partes, la primera para reconocer el trabajo de Peña Nieto cuando fue gobernador del Edomex y de Eruviel Ávila, hoy que es gobernador del Estado de México y cuyos logros fueron ampliamente destacados por el licenciado Del Mazo, comprometiéndose a continuar con la ejecución de obras importantes, que garanticen empleo y recursos a los mexiquenses.
Delfina Gómez, candidata de MORENA, aprovechó el debate para tratar de explicar los descuentos económicos que le imputan cuando fue alcaldesa de Texcoco, habiendo afectado el bolsillo de la burocracia, para beneficiar al cacique de Texcoco y la región, el el ex perredista y hoy morenista Higininio Martinez. Los candidatos del PRD Juan Zepeda, y del PT Oscar González, se concretaron a más de lo mismo y no aportaron ninguna novedad a esta campaña por la gubernatura del Edomex, que se considera la Guerra de todas las Batallas, por la importancia numérica de los empadronados que viven en el Edomex y por la importancia económica de dicha entidad . Finalmente la señora Teresa Castel, empresaria y candidata independiente hizo críticas a la inseguridad, corrupción e impunidad, pero no generó propuestas concretas y mucho menos alguna nueva forma de gobernar, diferente a los gobiernos de los priistas.