De acuerdo a una carta enviada por el fiscal Jorge Winckler a Ciro Gómez Leyva, se precisa que la localización y resguardo por parte de las autoridades ministeriales del rancho La Gallera, en el municipio de Tihuatlán, se debió al trabajo coordinado entre la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía de Veracruz.
“En ese sentido, el día 30 de enero del año 2017, personal adscrito a ese órgano investigador, la Fiscalía detectó posibles puntos de inhumación ilegal, por lo que previo autorización de un juez de control, se iniciaron labores de inhumación, por parte de la Dirección General de Servicios Periciales”.
“En dicho predio, fueron halladas tres fosas clandestinas y no 22 como se expresa en el reportaje en cuestión (de La silla rota), de donde se extrajeron seis cuerpos, de esos cinco, corresponden a personas del sexo masculinos y uno del sexo femenino”.
Además se precisa que no existe evidencia alguna de que alguno de los restos hallados en dicho predio, fuera inhumado con posterioridad al primero de diciembre del 2016.
Destacó que uno de los cuerpos localizados en esa localidad ya fue identificado y devuelto a sus familiares, quienes denunciaron su desaparición con anterioridad, al inicio de la admiración como gobernador constitucional delVeracruz, de Miguel Ángel Yunes Linares.
De los fragmentos óseos localizados, se está en espera de confirmación pericial, de que correspondan a restos humanos.
“Todos y cada uno de los hallazgos han sido resguardados y se encuentran en proceso de análisis en estricto apego a los protocolos periciales y en cadena de custodia vigentes en nuestro país”.
Por su parte, las familias de personas desaparecidas en la entidad, acusaron que la Fiscalía abandonó la investigación sobre el hallazgo de nuevas fosas clandestinas, localizadas hace tres meses en el rancho “La Gallera”, en el municipio de Tihuatlán.
En diciembre los familiares de desaparecidos obtuvieron información de que habría fosas en Tihuatlán, hicieron las gestiones con la Fiscalía de Veracruz para ingresar al rancho y el 2 de febrero lograron entrar acompañados de peritos.
En un trabajo conjunto con La Silla Rota e Imagen Noticias, se informó que las autoridades reportaron que habían encontrado los cuerpos de seis personas semienterradas, además de ropa de al menos 20 personas, bolsos, maletas, y partes de una camioneta desvalijada con placas del Estado de México.
En esa primera diligencia se encontró un horno dentro del rancho, los familiares pidieron investigar si había sido utilizado por los criminales para incinerar cuerpos, sin embargo, los peritos de la Fiscalía de Veracruz, no tomaron muestras de las cenizas que estaban alrededor del horno, y dieron por terminada la diligencia.
Un mes después los familiares lograron obtener una nueva autorización para regresar al rancho, esta vez pidieron ayuda a la Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, otro grupo de civiles que busca a sus familiares en fosas de Guerrero; iban con herramientas básicas, palas, picos, varillas, pero con la experiencia de haber dado con otras fosas utilizando lo básico, su método, cavar una varilla en la tierra, sacarla y oler la punta enterrada, si detectan un olor nauseabundo, debajo hay cuerpos enterrados.
Así dieron con 22 fosas y al menos 100 restos óseos dentro del rancho “La Gallera”, también encontraron cenizas de posibles restos calcinados. Todo esto lo entregaron a las autoridades con la promesa de que les darían resultados, pero pasaron casi dos meses y no les han dado información.
Dentro del rancho aún se encuentra material que dejaron peritos de la Fiscalía y restos que no fueron llevados para su investigación.
De acuerdo con los familiares en 2011 los dueños del rancho huyeron del lugar, debido a las presiones del crimen organizado, durante este tiempo habría sido utilizado para desaparecer a sus víctimas.