Interesante, en verdad, lo que publica este jueves José Ureña en su muy leída columna “Teléfono rojo”, difundida por el portal 24-Horas.mx:
En la cúpula política del país se mueven muchas cosas. Dos de ellas: En las altas estructuras del gobierno están preparados para la renovación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), una institución neurálgica. Y en el Partido Revolucionario Institucional viene un gran debate para saber qué destino tomará esa organización gobernante rumbo a las elecciones presidenciales de 2018. El dato clave tiene una avanzada para los lectores de Teléfono Rojo: El ex gobernador de Hidalgo, ex subsecretario, ex senador, ex diputado federal, ex secretario general prista, ex procurador general de la República y ex secretario de Desarrollo Territorial y Urbano. Por instrucción muy superior, este hombre polifacético tiene semanas, o tal vez meses, en análisis sobre el camino por el cual debe transitar el PRI para retener la Presidencia de la República. Él deberá dar reflexión y destino, pero hay variables. Resultaría temerario programar reuniones, asambleas, mesas de discusión y muchas cosas más durante cuatro meses sin conocer los resultados electorales de junio. Para el ánimo militante no es lo mismo llegar con derrotas a celebrar victorias. El reto para él y para el dirigente Enrique Ochoa, obvio, es decidir la asistencia y sus sedes a partir de un dilema: Se abre a la base con el riesgo de volver la XXII Asamblea Nacional incontrolable. O cerrarla para frenar los impulsos de quienes hablan de grandes cambios y, sobre todo, abrir la postulación de candidato a la base y tal vez a la ciudadanía en general. Distinto es cuanto sucede en el Cisen. Un hombre de las grandes confianzas del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se encuentra enfermo y tal vez sea momento de removerlo. Si al final se toma la determinación, y sólo por razones de salud, saldría Eugenio Ímaz del Cisen y se llamaría a alguien muy confiable. En las alturas se menciona a Roberto Campa Cifrián, quien goza de gran prestigio a su paso como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana al comenzar el sexenio y ahora como subsecretario de Derechos Humanos.