UV, la otra elección

El inicio de estas campañas en pos de 212 ayuntamientos, hace que nos recuerde el otro proceso que vive Veracruz pero en pos de la rectoría en la Universidad Veracruzana. A diferencia del primero, en este segundo caso son menos los participantes desde cualquier ángulo que se le vea, pues el voto del alumnado creo es inexistente; del maestro o investigador, igual supongo que su participación es tan pasajera que raya en nula y al final, un grupo cercano al rector en turno es el que decide el destino de la UV.
II
A pesar de sus 21 años de autonomía, se pudiera decir que la democracia en la Universidad Veracruzana se mantiene en pañales y el número de rectores así lo demuestra: Sólo tres en las personas de Víctor Arredondo Álvarez, Raúl Arias Lovillo y Sara Ladrón de Guevara.
Hoy, cuatro son los que aspiran dominar las Lomas del Estadio: El director del Centro de Investigaciones Cerebrales , Jorge Manzo Denes; Rosío Córdova Plaza, miembro del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS); la misma Sara Ladrón de Guevara, quien funge como rectora y busca la reelección, y Rocío Ojeda Callado, que dicho sea de paso, es la única maestra, es decir, la única que se planta de frente a los alumnos porque el resto, son ajenos a las aulas.
De estos cuatro, sin contar a Sara Ladrón de Guevara, quien menos ruido ha hecho es Manzo Denes; por otro lado, se identifica más a Rosío Córdova Plaza como pareja sentimental del candidato de Morena, Hipólito Rodríguez Herrero, que por su activismo en pos del puesto que tiene Ladrón de Guevara; y quien de plano anda de la Ceca a la Meca, es Rocío Ojeda, quizás por el oficio de ser catedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, bueno, creo que tiene otro nombre pero se identifica más por Facico… vamos, sabe lo que es mediático.
III
En términos populistas, hay en estos momentos dos personajes en pos de la rectoría más identificados: una es Sara Ladrón de Guevara, por el cargo que ocupa así como por esa marcha que protagonizó en defensa de los recursos de la UV; la otra es Rocío Ojeda, quien ha sido maestra o directora de cantidad de egresados de la Facico, incluso muchos de ellos hoy reporteros en activo o hasta políticos. En sí, pudiéramos decir que estas dos mujeres son las que más ventajas tienen sobre sus otros dos oponentes. La primera, por contar con los recursos para poder movilizarse de un campus a otro, de una vicerrectoría a otra, con tan sólo convocar a reunión bajo cualquier pretexto; la segunda, porque conoce los medios y lo mejor, los medios la conocen a ella, además de que su labor con 33 años de experiencia, no sólo se concentra en el ramo académico, sino también con sindicatos porque en un tiempo fue dirigente de la Fesapauv y sabe lo que es el teje y maneje de los procesos administrativos. ¡Ah! Y agregue a ello que cuando así lo requieren las empresas, hace labor de consultora y ahí la ven haciendo talacha de concertacesión y diálogo entre trabajadores de los muelles, que dicho sea de paso, quién sabe qué sea más canijo, si atender un aula o un grupo de estibadores portuarios.
IV
Hasta el momento, Rocío Ojeda ya recorrió los cinco campus que integran a la Máxima Casa donde ha expuesto sus propuestas, como es generar fuentes alternas de financiamiento para la UV y no estar tanto a expensas de Gobierno del Estado; para ello se tiene el recurso primario conformado en estudiantes, maestros e investigadores; la idea es vincular esta gama con el sector productivo en aras de que se otorgue a las empresas no sólo práctica y mano de obra (con estudiantes), sino también experiencia e ideas (en investigadores, académicos y profesores ¿y por qué no?, con los mismos alumnos).
Otros de los puntos a tratar es el famoso Modelo Educativo Integral y Flexible donde las horas muertas que hay entre clase y clase, agotan al estudiantado. A ello hay que agregar el de pretender darle a las Vicerrectorías un carácter de ¡Vicerrectorías! Es decir, que dejen de ser sólo tramitadores de asuntos, problemas, papeleo y burocracia, y obtengan facultades de Vicerrectorías.
V
Por supuesto, la lucha para Jorge Manzo Denes, Rosío Córdova Plaza y Rocío Oejda no es fácil. La historia de esta autonomía universitaria es fiel testigo de que su democracia está en pañales. La decisión de un nuevo rector o rectora se sujeta a una Junta de Gobierno, a nueve notables, los cuales, se quiera o no, dependen de un ente: el rector en turno… si no, ¿por qué creen que cada rector (Arredondo y Arias Lovillo) han repetido cargo? a menos que realmente ocurriera un verdadero milagro en Lomas del Estadio y tuviera más visos democráticos la elección de rector… o rectora.
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