Más de 45 millones de franceses están convocados hoy a las urnas para elegir entre dos modelos irreconciliables de país, en la segunda vuelta de unas elecciones en las que el socioliberal Emmanuel Macron parte como claro favorito con el 63 por ciento de las preferencias, frente al 37 por ciento de su rival ultraderechista Marine Le Pen, pero cuyo resultado estará determinado por el nivel de participación, ya que analistas políticos galos estiman que habrá un 24 por ciento de abstencionismo. A estos puntos se suma que la jornada nuevamente estará blindada con 50 mil policías ante posible amenaza terrorista, reportaron medios locales.
Si cerca del 80 por ciento de los electores convocados acuden a ejercer su derecho al voto, como sucedió en la primera vuelta hace dos semanas, las encuestas auguran una holgada victoria por más de veinte puntos del centrista Macron frente a la ultraderechista Le Pen.
Sin embargo, es una incógnita qué sucedería con una abstención alta acompañada por un aumento exponencial del voto en blanco, una circunstancia que se contempla por el rechazo que producen ambos candidatos en algunos sectores de la sociedad.
VOTANTES. En la primera vuelta quedó reflejado que el punto fuerte de Macron son las grandes ciudades, las más modernas y entre las que se encuentra la población con mayor formación.
Pero en los pueblos agrícolas la situación es diferente y la tendencia favorece a Le Pen. Con la agricultura y ganadería en crisis y la destrucción en las últimas décadas de un tercio de los puestos de trabajo, algunos habitantes confesaron a medios internacionales que emitirán un voto de castigo a favor del Frente Nacional por el despecho y, algunos, para salir de una Europa injusta con las regiones menos prósperas, según reporto la Radiotelevisión española (RTVE).
Las votaciones, que comenzaron desde ayer en los territorios franceses de ultramar y en los consulados galos en el continente americano, estarán rodeadas por excepcionales medidas de seguridad, en la línea de las que se desplegaron en la primera vuelta.
SEGURIDAD. Más de 50 mil policías y gendarmes, apoyados por los 7 mil militares movilizados en el marco de la operación antiterrorista “Sentinelle”, velarán por que la segunda vuelta de las presidenciales se desarrolle en “máximas condiciones de seguridad”.