La versión parece un tanto atrevida, osada, pero es lo que se comenta en los entretelones del poder yunista: que en la recta final de las campañas (una semana antes, dicen), podría estallar un escándalo de proporciones mayúsculas. Aseguran que habrán de ser filtrados videos en los que aparecen dos conspicuos morenistas, a quienes se les ve recibiendo lana (fajos de billetes) de Javier Duarte de Ochoa, el reo de Guatemala. ¡Oh, my God…!… ¿tanto así? Pues eso aseguran quienes lo escucharon directamente de uno de los integrantes del clan gobernante. ¿Qué quién proporcionó ese material videográfico? Pues cuentan que nada más y nada menos que un presidiario de Pacho, a quien el Gordo Duarte le pidió grabar a los personajes en cuestión, dizque para tenerlos bien agarrados, por si luego hubiesen pretendido salirse del huacal o si se les hubiese ocurrido negar tales enjuagues. ¿Qué por qué el interno del Cereso aportó esas grabaciones? Pues muy fácil: a cambio de algunos beneficios futuros, entiéndase prebendas y canonjías. Aseguran que esta noticia bomba habrá de modificar las tendencias electorales en Xalapa y allende las fronteras. Bien dicen que del plato a la boca… ¿Una pista de los involucrados? Juran que uno tiene nombre prehispánico y el otro trae lo ladrón en el apellido.