Todos los días María del Pilar Albarrán le pide a Dios que le dé vida para seguir “levantando” a su nieto. Tiene 62 años y vende periódicos y revistas en su puesto ubicado en la avenida Revolución, en el centro de Xalapa para criar a su nieto de nueve años.
“Es mi nieto, pero yo le digo que es mi hijo porque yo lo estoy levantando con mi esposo”. Es una de tantas abuelas que por diferentes circunstancias crían a sus nietos.
“Yo lo llevo a la escuela, yo batallo con él para todo. Yo lo visto, lo calzo, todo”.
Aunque a su edad es un esfuerzo mayor tras haber criado a sus dos hijas, asegura que es una de sus mayores alegrías: “Es mucho trabajo, mucha entrega, sacrificio, pero a cambio tiene uno satisfacciones de ellos; alegrías, compañía…es bonito”.
Como muchas mujeres xalapeñas aprendió su oficio y fortaleció su espíritu de lucha con el ejemolo de su madre y de su abuela, de quien heredó el conocido puesto de revistas que se ubica llegando a la calle Altamirano.
Hoy los periódicos y revistas se venden poco, pues han sido desplazados por la información digital, no por ello se rinde. Todos los días sale a trabajar motivada por la crianza de su nieto, de su hijo, como lo llama ella.
“Hay gente que me dice qué bueno que todavía estás activa. Yo digo que mientras pueda y esté sana seguiré trabajando. Le pido a Dios vida para levantar al niño, nada más”.
