Marc Anthony celebra la vida con rumba

Marc Anthony llegó la noche de este martes al Auditorio Nacional como aquel chicuelo en el barrio que es querido porque siempre es el alma de la fiesta. Apenas se apagaron las luces del Coloso de Reforma, comenzaron los gritos. La oscuridad no llegó por completo, porque cientos de flashes de celulares apuntaban al escenario en que llegaría el cantante estadunidense de origen puertorriqueño.
Los miembros de la orquesta se colocaron detrás de su instrumento y empezaron sin él. Comenzaron con la tonada de “El cantante” y unos versos de su coro. Ese tema emblema del mítico Héctor Lavoe, que tuvo un segundo auge cuando Marc Anthony lo personificó en la pantalla grande.
Instantes después llegó el muchacho querido. Pantalón de mezclilla, playera blanca, saco negro y lentes oscuros. Salió del fondo del escenario para poner a bailar a más de 10 mil personas. Se acomodó el cabello y se dejó apapachar por todas las mujeres que gritaban emocionadas cuando comenzó a cantar al ritmo de “Valió la pena”. Todos sus músicos dieron el toque tropical que movió la vibración del público y en ese palpitar animó a bailar a algunos asistentes en los pasillos.
Hermosas mujeres engalanaron la velada. Con vestidos cortos, faldas, pantalones ajustados y altos tacones que lucieron en los pasillos bailando temas como la festiva y vengativa canción de “Y hubo alguien”. El personal de seguridad debajo del escenario también disfrutó el concierto.
Calmó los ánimos con la balada de “Hasta ayer”, la cual contó con un delicioso solo de sax y un novedoso y entusiasta solo de guitarra. Luego habló emocionado con su gente: “Wow, muchas gracias por darme la oportunidad de estar esta noche con ustedes. Vamos a cantar un poco de todo. De lo nuevo y lo viejo. Mis canciones siempre empiezan como balada pero luego sigue la rumba”, dijo el cantante.
Curioso que siendo un cantante de salsa muestre apenas unos cuantos pasos de baile, lo suficientemente sencillos y certeros para elevar el volumen de los gritos. Gira con estilo sobre uno de sus pies con un poco de soltura o lanza golpes al aire y eso basta para ser aplaudido por el público.
Las personas lo quieren. Se acercaban al escenario y Marc Anthony asumía el papel del chaval alma de la fiesta y las invitaba a bailar. Arrancó “Contra la corriente” y en el principio se la pasó tomándose selfies con los celulares de sus admiradoras. En ese mismo tema invitó a su colega Nicky Jam, quien se asomó a saludar solamente, y permitió que su baterista hiciera salpicar de sudor sus tambores de forma espectacular.
Luego de unos segundos de silencio llegó un momento emotivo y dramático. El intérprete recordó a Juan Gabriel con una parte del tema “Abrázame muy fuerte” que se fusionó en un popurri con su éxito “Ahora quién” y con “Y cómo es él”, original del inolvidable José Luis Perales. En las pantallas un close up le hacía lucir las tres cruces tatuadas de su cuello y las venas marcadas por el esfuerzo al cantar.
El ganador de un Grammy y cinco Grammys Latino llegó a México como parte de su gira Vivir mi vida, una celebración a lo mejor de su carrera, “lo que viene es rumba, ya no más baladas”, y sacó lo mejor de la salsa que lo hizo grande. Su voz sigue impecable y lo demostró con “Vivir lo nuestro” y luego con fragmentos de sus inicios como “Palabras del alma” o “Si te vas”.
“Me llamo como Marco Antonio Muñiz porque a mi papá le gustaba (…) Luego todo comenzó con el tema de un compositor mexicano llamado Juan Gabriel”, dijo. Sonó en el piano “Hasta que te conocí”, primero como balada y luego a ritmo de salsa.