No es que seamos “sospechosistas”, pero resulta, valga la redundancia, mucho muy sospechoso que exactamente en medio de la crisis de los ladrones de combustible que operan en la franja que divide a Puebla de Veracruz, y de la controversia por la presunta ejecución extrajudicial de un “huachicolero” a manos de militares, después de casi tres años preso se haya concedido la libertad bajo caución al líder de las autodefensas michoacanas José Manuel Mireles.
El Juzgado Quinto de Distrito de Michoacán determinó que Mireles Valverde continúe en libertad el proceso que se sigue en su contra por portación ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército, que pague una fianza de 30 mil pesos, acuda periódicamente al juzgado a firmar, y sin salir del país o del estado.
El proceso carcelario contra Mireles estuvo plagado de irregularidades todo el tiempo, y más bien fue utilizado por el Gobierno Federal como una especie de escarmiento y advertencia para que las demás autodefensas que operaban en Michoacán depusieran las armas. El “pecado” de Mireles fue no plegarse a lo que quería el gobierno de Enrique Peña Nieto y el llamado “virrey” de Michoacán, Alfredo Castillo.
¿Qué sigue? ¿Qué suelten a Elba Esther Gordillo? Ah, pero ella ahora apoya al “Peje”. Entonces no.