AMLO y Yunes, deplorable espectáculo mediático

Deplorable, decepcionante fue el espectáculo mediático que ofrecieron el fin de la semana pasada Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Yunes Linares.
Como ya se está volviendo costumbre, ambos, uno aspirante presidencial y el otro gobernador constitucional, en lugar de preocuparse por los graves problemas que padece Veracruz se dedicaron a injuriarse.
En plan de bravucones, de pendencieros verbales cayeron –han caído– a un nivel de políticos de muy bajo nivel, muy lejos de la alta responsabilidad que encarnan.
Como veracruzano me preocupa y me duele que ninguno de los dos debata a través de los medios ofreciendo argumentos para sacar al Estado del hoyo en que está por culpa de otro irresponsable por fortuna ahora en prisión.
En ninguno de los dos cabe la cordura; ninguno de los dos piensa en los ciudadanos, en que quieren escuchar ideas, propuestas, proyectos, iniciativas de solución a la inseguridad, el desempleo, la crisis económica.
¿Es que acaso no piensan en la angustia, en el dolor de las madres de tantos y tantos desaparecidos; en que al menos quieren encontrar sus restos para darles cristiana sepultura y poder descansar si es que eso es posible en el resto de sus días y dentro de la desgracia que les tocó vivir?
¿Acaso no tienen algo que decir sobre los feminicidios y la impunidad que prevalece en muchos casos?
¿No ofrecen alguna solución viable y realista sobre la situación de las pensiones y las jubilaciones en el Estado para acabar con tanta incertidumbre de quienes se han retirado ya luego de haber dejado su vida en el servicio público?
¿Por qué no mejor en lugar de estar dando un pobre espectáculo de circo político unen esfuerzos para hallar una salida al problema de los miles y miles de jóvenes que año con año se quedan sin poder ingresar a la universidad pública?
¿Es más importante su protagonismo que la pobreza de millones de veracruzanos, quienes esperan de sus gobernantes políticas efectivas que los ayuden a mejorar su situación?
¿No creen que se verían mejor si se unieran para exigir a la Federación recursos extras para pagar a proveedores y prestadores de servicios a quienes se les debe, como una forma de crear empleos?
Lamentablemente todo indica que el triste y penoso espectáculo va a seguir no sólo en los días que le restan a las campañas municipales sino que subirá de tono en el proceso de renovación de la gubernatura y de Presidente.
¿O acaso todo es deliberado, por parte de Andrés Manuel para evadir el caso de la recaudadora de su partido, Eva Cadena; por parte de Miguel Ángel para desviar la atención sobre los graves problemas de Veracruz y la poca efectividad, hasta ahora, de su gobierno? ¿Pretenden una cortina de humo?
Los veracruzanos no se merecen –no nos merecemos– esto. Así como van las cosas, tendremos que resignarnos a esperar mejores tiempos para tener políticos de altura que dignifiquen el oficio político.
Javier Duarte todavía no sale de Guatemala, pero Veracruz ya entró en guatepeor. Eso no era lo que esperábamos.
El ninguneo a Américo; las consecuencias
¿Dónde quedó la sensibilidad, la experiencia, el apego a las reglas no escritas de la política de la delegada del CEN del PRI Lorena Martínez, del dirigente estatal Renato Alarcón y del candidato a la presidencia municipal de Xalapa Alejandro Montano?
Desde que tengo uso de la razón… periodística política, siempre se ha dado una posición al alcalde saliente. Es parte de una regla no escrita, pero además para comprometer todo su apoyo a efecto de garantizar el voto a favor de quien pretende relevarlo, de toda la comunidad beneficiada por la administración municipal sobre la que ejerce liderazgo el presidente municipal en turno.
A diecisiete días de que concluyan las campañas, en Xalapa parece que la suerte del PRI y su candidato está echada cuando, de acuerdo a la información que posee “Prosa aprisa”, Américo Zúñiga Martínez se dispone a apoyar el “voto útil, el voto democrático”, un eufemismo para decir que actuará en consecuencia con el desdén con el que fue tratado al no habérsele otorgado una sola posición en la planilla de Alejandro Montano Guzmán.
Cosa de recordar que, por ejemplo, a la salida de Elizabeth Morales García se le otorgó la síndicatura en la planilla del propio Américo, en la persona de Michelle Servín, quien había sido presidenta del DIF Municipal con su amiga y protectora.
De acuerdo a la información a la que he tenido acceso, el alcalde de Xalapa encausará todo su capital político, que suman muchos miles de votos, hacia quien garantice la consolidación de la transformación de la capital del Estado, que inició durante su gobierno, pero que no será hacia el candidato tricolor.
Si bien la delegada no sabe nada de la vida política de Veracruz, extraña que Renato Alarcón no haya cuidado el detalle, máxime que él fue presidente del comité municipal tricolor durante la administración de Elizabeth y sabe perfectamente de la cortesía política contemplada en las reglas no escritas de la política a la veracruzana. ¿O es que se le olvidó?
El alcalde en un municipio es el líder político de su demarcación hasta el último día de su administración; es quien lidera y comanda la plaza política-partidista; es un factor de decisión clave; es quien lleva la batuta y quien, como está ahora a punto de suceder, puede inclinar la balanza hacia donde él desee de acuerdo al trato que recibe, máxime cuando no hay gobernador priista que sería el único que podría frenarlo.
Pero si a Lorena y a Renato no les importó el detalle, extraña que Alejandro Montano tampoco lo cuidó, máxime que él debió haber sido el principal interesado en garantizar el apoyo del alcalde, quien, además, no es un presidente cualquiera, pues hay que recordar que presidió la Federación Nacional de Municipios de México, de la que ahora es presidente adjunto, por lo que además tiene relaciones para lo que se ofrezca.
Pero ni eso ni la obra pública que ha realizado, que reditúa un gran capital político, valieron para que su partido le diera su lugar reflejado en una posición en la planilla tricolor.
¿Quién será ahora el ganón de la grosería que le hicieron a Américo Zúñiga? ¿Hipólito Rodríguez (Morena)? ¿Nicanor Moreira (Panal)? ¿Ana Miriam Ferráez (PRD-PAN)?, o ¿Carlos Luna Escudero (MC)? ¿Quién de ellos garantiza el ritmo ascendente que imprimió el alcalde al municipio? No dudo que todos van a tomar la guitarra, a afinar la voz e irán a darle todas las noches serenata, a ver quién logra enamorarlo.
Los que sí pudieron
En Coatzacoalcos, el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol impuso a los candidatos: a regidor primero, Oliver Damas de los Santos; a regidora segunda, Keren Itzel Prot Vázquez, hija de Noriel Prot; y a regidor tercero, a Felipe de Jesús Rodríguez Gallegos, hermano de Víctor Rodríguez, gente también cercana a Marcelo Montiel Montiel. A Iván Hillman Chapoy le dejaron la regiduría quinta para su hermano Jonatthan Hillman Chapoy.
En Minatitlán, tierra de Jorge Wade González y Guadalupe Porras, Héctor Damián Cheng Barragán llegó a la alcaldía al sustituir a José Luis Sáenz Soto. Ahí, los grupos de poder que mantienen el control lograron imponer ad libitum (a placer) todas las posiciones. De entrada, sustituyendo a Norberto Abel López Luna, gente de Héctor Yunes Landa, por Ciro Gonzalo Félix Porras, como candidato a la alcaldía. Desde la candidata a síndica, hasta los 12 regidores, se encuentra la mano de todos los líderes políticos de la zona, en donde finalmente está integrado el alcalde Héctor Damián Cheng Barragán. La pelea la tendrán difícil contra Nicolás Ruiz Roset, del PAN, exsíndico, quien trae todo el recurso y las simpatías.
En Cosoleacaque, Ponciano Vázquez Parissi, de manera emblemática y como ya se sabe, impuso a su hermano Cirilo Vázquez Parissi y con él a toda la planilla de la coalición “Que resurja (surja, surja) Veracruz”: Claudia Toledo Luna, síndica; Paulino Carrizosa Alor, regidor 1; Leocadia Cruz Gómez, regidor 2; Luis Alberto Cortés Villanueva, regidor 3; Rito Cortés Villanueva, regidor 4; Marcela Márquez Escobar, regidora 5; Juan Carlos Merlín Domínguez, regidor 6; Estela Yoshizaki Huijara, regidora 6; y Cuauhtémoc García Matus, regidor 7. Su contrapeso es Gladys Merlín, quien también lleva palomas en la lista.
En el puerto de Veracruz, el alcalde Ramón Poo Gil impuso al candidato a regidor primero, Marlon Eduardo Ramírez Marín y al tercero, Pedro Morando Rodríguez. La sindicatura se la dieron a Nino Baxzi en la persona de Luz del Carmen Baxzi García, pero la suplente, María Belén Fernández del puerto, es posición de Poo, a quien también le ofrecieron la posición dos, que es espacio de género, pero la cedió, por equilibrio de fuerzas políticas, a Nino Baxin, en la persona de Victoria Rebolledo Lagunes.
En Orizaba, el presidente Juan Manuel Diez Francos palomeó todas las posiciones y logró acomodar a la candidata a síndica Aracely Reyes Abarca y al candidato a regidor primero, José Antonio Pedrero Arrojo, confiado en que la coalición PRI-PVEM no tendrá problemas para mantener la plaza.
En Poza Rica, el alcalde Sergio Lorenzo Quiroz Cruz llevó mano sólo con la suplencia de la candidata Diana Fabiola Álvarez Salas, imponiendo a Mónica Pardo Valverde, pero logró una posición.
Sólo en Tuxpan, donde la elección del candidato estuvo más que caliente, el alcalde Raúl Ruiz Díaz no logró imponer alguna posición y lo dejaron como a Américo: chiflando y en la loma. Las consecuencias se verán en veintiún días.