Todavía no daban las 6 de la mañana cuando Cayetano Reyes padre de familia dedicado al campo, específicamente a la siembra de caña, se despertó para iniciar sus actividades diarias, llevar a su hijo Felipe de 18 años al bachillerato sabatino era lo primero en su itinerario.
Apoyar a su primogénito para continuar sus estudios era una de sus prioridades, sin importar que cada sábado tuviera que levantarse temprano para viajar de su comunidad Los Cerritos a Tezonapa donde se encuentra el telebachillerato, ambos municipios de Tierra Blanca.
Pero esta vez el viaje fue diferente, Rodrigo su otro hijo de apenas 14 años de edad decidió acompañarlos, en casa solo se quedaron las mujeres de la familia, su esposa y una hija más, quienes los esperarían mas tarde para compartir los alimentos.
A Cayetano, Felipe y Rodrigo se sumó un pasajero más, don Martín Martínez un señor de 72 años de edad, habitante de la misma comunidad que les pidió un aventó.
Así, los 4 emprendieron el viaje unos minutos antes de dar las 6 de la mañana aún en medio de la oscuridad, sin embargo, la muerte los alcanzó sin previo aviso.
Ladrones de combustible que presuntamente habían pasado la noche y madrugada ordeñando clandestinamente un poliducto de Pemex, ubicado a un costado de la carretera rural que comunica a esa comunidad, provocaron el derrame de gasolina en el asfalto y sobre los campos que rodean el camino, alcanzando incluso a contaminar un riachuelo de agua formado por un afluente cercano que se desbordó por la lluvia registrada en la madrugada.
“Vinieron a robar y se estuvo regando y por desgracia pasaron ellos”, dijo uno de los trabajadores de Pemex que realizaban, mas tarde, los trabajos de limpieza del combustible.
Cuando Cayetano, sus dos hijos y su vecino atravesaron por esa zona, su vehículo color blanco comenzó a tener problemas para avanzar por la gasolina derramada, al querer acelerar presumiblemente los gases originados por la combustión del motor, o las chispas generadas por las bujías, provocaron una explosión que iluminó el cielo por unos segundos, acabando con la vida de los 4 tripulantes.
“Cuando ellos pasaron se atascaron, aceleraron, se prendieron, pero ellos salieron, corrieron y ellos mismos se tiraron al agua, pero el agua estaba contaminada de gasolina entonces más se prendieron, los cuerpos, todos quedaron afuera del vehículo”, detalló el trabajador de Pemex quien prefirió omitir su nombre.
Luis López, habitante de la colonia 1 de mayo, aledaña a Los Cerritos fue el único testigo de la tragedia, él como la familia Reyes se levantó temprano para trabajar su parcela, pero de haber salido unos segundos antez hubiera sido la víctima, don Luis asegura que fue un milagro.
“Yo vi que estaba como parado y dije ¿porqué no avanza? y pues yo pensaba seguir para ver que pasaba y cuando menos lo sentí hizo ¡pum! y subió la llama 10 o 15 metros y lo único que hice fue rápido meter reversa, luego primera e irme rápido a mi parcela, ¿qué más podía hacer? si ellos estaban en medio de la lumbrareda, ni para ayudarlos, era imposible, yo sentía que iba también ardiendo desde atrás de mi camioneta”.
“Si yo los hubiera rebasado a mi me hubiera tocado, pero Dios me dijo ahí quedate parado y no me tocó”, agregó don Luis mientras apretaba sus manos nervioso de recordar ese momento.
El estruendo de la explosión alarmó a los habitantes de la zona, quienes al ver desde lejos la llamarada y la nube inmensa de humo, llamaron a emergencias; cerca de las 9 de la mañana, trabajadores de Pemex, Protección Civil municipal, Policías Estatales y elementos del Ejército llegaron al lugar del siniestro.
“Nos levantó la explosión, aquí se escuchó como un cohete, me espante mucho, le dije a mi esposo ¿qué hacemos? ¿nos vamos de aquí? pero me dijo que esperáramos”, relató doña Catalina una habitante de la colonia 1 de mayo.
“Nosotros vivimos con miedo, de que por culpa de los delincuentes nos pase algo, abajo de mi casa pasa un ducto. Uno no sabe si nos vamos a dormir y si al otro día vamos a despertar. El otro día aquí adelantito pasó lo mismo, ahí siguen las camionetas todas quemadas”, agregó.
La zona del incidente fue acordonada, los cuerpos fueron llevados al SEMEFO de Tierra Blanca, mientras en el lugar el personal de Pemex limpiaba el área y soldaban el ducto perforado.
Más tarde los cuerpos fueron identificados, una cuadrilla de amigos y familiares acudieron a la cabecera municipal a rendir su declaración de los hechos y a realizar los trámites para poder darles cristiana sepultura a las 4 víctimas.
“Quisiera pedirle un favor al gobernador o Pemex, que no dejen sola a esta familia que los apoyen porque lamentablemente quedaron desamparados, el señor y los dos muchachos eran su única familia, la esposa y la hija se quedaron solas”, expresó Juan Parra familiar de los finados.
La misma tarde del sábado 13 de mayo, los cuerpos fueron trasladados a Los Cerritos, donde ya los esperaban para darles el último adiós, a estas presuntas víctimas colaterales del robo de combustible en Veracruz.