EU acusa a Al Asad de ocultar ejecuciones en crematorio secreto

El Departamento de Estado de Estados Unidos acusó ayer al régimen sirio de ocultar a través de un nuevo crematorio secreto las sistemáticas ejecuciones extrajudiciales que organizaciones como Amnistía Internacional (AI) han denunciado en los últimos meses en la cárcel de Saidnaya, cerca de Damasco.
La cancillería estadunidense respalda la denuncia con imágenes satelitales, que muestran un nuevo edificio cuadrado junto a la cárcel. Según su subsecretario para Oriente Medio, Stuart Jones, este nuevo edificio sería el crematorio, a través del cual Bachar Al Asad se estaría deshaciendo de todos los cuerpos, en contra de lo que, aseguró Jones, hasta ahora creía Estados Unidos, que es que se usaban fosas comunes.
En febrero, AI aseguró que en Saidnaya el régimen ejecutó, entre marzo de 2011 y diciembre de 2015, a entre 5 mil y 13 mil personas, y Estados Unidos agregó ayer que unos 50 opositores mueren allí asesinados cada día, generalmente, ahorcados.
Las imágenes satelitales no son la única prueba; Amnistía Internacional reportó testimonios de algunos de los pocos presos que lograron escapar del infierno de la prisión del gobierno: “Los detenidos tienen los ojos vendados, no saben ni cuándo ni cómo morirán hasta que les colocan la soga al cuello”, relataba la ONG basándose en estas voces disidentes.
RESPONSABILIDADES. El representante de la cancillería explicó que, para la Casa Blanca, este descubrimiento supone constatar un “nuevo nivel de depravación del régimen” de Al Asad, y otro contundente argumento para exigir al dictador sirio que cese su masacre de opositores y civiles. Jones añadió que las autoridades sirias deben “rendir cuentas por estas atrocidades”, y señaló que “Rusia debe tomar responsabilidad para que esto ocurra”, añadió Jones.
A las palabras del subsecretario de Estado para Oriente Medio se sumó la embajadora de EU ante Naciones Unidas, Nikki Haley, que ayer acusó directamente a Rusia y a Irán de permitir a Al Asad llevar a cabo estas matanzas de prisioneros.
“El intento de encubrir asesinatos masivos en el crematorio de Al Asad es evocador de las peores ofensas contra la humanidad del siglo XX”, aseguró Haley en un comunicado.
La diplomática estadunidense agrega que, aunque el presidente sirio tiene “la mayor responsabilidad por su propia brutalidad, sus aliados Rusia e Irán también soportan una pesada carga”. Según la embajadora, el “resto del mundo reconoce los horrores del régimen sirio” y “es momento” de que Moscú se una a esa postura.
TENSIÓN RENOVADA. Estas palabras de la diplomacia estadunidense amenazan con romper con el clima de distensión de las últimas semanas entre la Casa Blanca y el Kremlin, escenificado con la visita del canciller ruso, Serguéi Lavróv a Washington la pasada semana.
Esto, luego de que el bombardeo ordenado por el presidente de EU, Donald Trump, el pasado 7 de abril a una base aérea del régimen sirio cerca de Damasco, en represalia por el ataque químico que mató a casi 100 personas tres días antes en Jan Seijún, liquidase el buen ambiente entre Washington y Moscú generado tras la llegada del republicano al poder.