La vanidad acompaña siempre a los hombres y mujeres del gran poder; como sucede con la aún prisionera maestra Elba Esther Gordillo Morales, forjada en la lucha sindical y política desde antes de que asumiera la presidencia de la república el licenciado Carlos Salinas de Gortari, quien la encumbró en la dirigencia nacional del SNTE tras la caída de su protector, el profesor Carlos Jonguitud Barrios. Como su vanidad no le permite vivir en la oscuridad de la prisión femenil de Tepepan, se cuenta que la profesora Gordillo debió realizar todos los rituales que le hayan permitido las autoridades penitenciarias, para estar presente hoy en el Día del Maestro, en todos los actos oficiales y ser recordada por los organizadores del festejo a los maestros en su día, y por los festejados, que añoran su “generosidad gratificante” con el reparto de dádivas a las bases magisteriales, producto de las negociaciones de la profesora Gordillo con representantes de los Pinos, Gobernación, Hacienda y la SEP.
El enorme poder político adquirido por la maestra Elba Esther, le permitió acumular al mismo tiempo un enorme poder económico, para comprar voluntades, invertir en política y en políticos, cobrando los recursos aplicados en cada campaña electoral, con altísimos intereses, según relatan los panistas Juan José Rodríguez Prats, Santiago Creel, Ernesto Cordero, Germán Martínez Cázares, Manuel Espino y otros destacados personajes miembros del partido fundado por Gomez Morin.
Salió bien librada y bien pagada en sus alianzas con los candidatos del PAN a la presidencia de la república, Vicente Fox Quezada y Felipe de Jesus Calderón Hinojosa, pues al romper con Roberto Madrazo, presidente del CEN del PRI y al renunciar a la Secretaría General y a su militancia en el partido tricolor, con el liderazgo ejercido en el sindicato magisterial, más grande y poderoso de México, la maestra Elba Esther Gordillo Morales cobró facturas millonarias por el voto corporativo que permitió la llegada de los panistas a los Pinos y todavía logró, con el respaldo presidencial, fundar su propio partido Nueva Alianza, con el que obtuvo entre cuarenta y cincuenta puestos de elección popular en el Congreso de la Unión y la titularidad de importantes dependencias federales, donde fueron nombrados sus recomendados, a nivel de secretarios, subsecretarios y directores de paraestatales y descentralizadas del gobierno federal.
Pero como todo en la vida “lo que empieza, termina”, el gran poder acumulado por la profesora Elba Esther Gordillo, la ensoberbeció hasta cegarla, sin dejarla ver más allá de sus pestañas, para estar consciente de que su llegada a los Pinos jamás se le permitiría, en un país de “machos”, que no aceptan ser gobernados por una mujer.
Entre las causas que propiciaron la caída y encarcelamiento de la maestra Elba Esther Gordillo, se asegura que la que más contó para descarrilar su proyecto y eliminarla del juego político, fue la filtración que la propia maestra se encargó de hacer llegar a sus íntimos, candidateandose para competirle al ex gobernador del Estado de México, por la candidatura presidencial de 2012. El desgaste de la profesora por actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y derroches multimillonarios con los “recursos del sindicato”, fueron “pecata minuta”; ya que cuando la profesora Gordillo le regaló una costosa camioneta Hummer a cada uno de los secretarios generales de las secciones sindicales del SNTE, después del gran escándalo mediático, la maestra Gordillo salió al paso para enfrentar la crítica y silenciar a sus detractores, sin mayor problema.
Seguramente también se extrañan los gestos solidarios de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, por parte de las esposas de líderes seccionales del SNTE, que se vieron obsequiadas con joyas, centenarios y propiedades inmobiliarias, que convirtieron en hogares felices, las casas habitadas por las bases seguidoras de la legendaria maestra; hoy el profesor Juan Díaz de la Torre, guarda celosamente las cuotas del sindicato y el subsidio multimillonario que le fue transmitido a las cuentas del sindicato por el gobierno federal; pues lo único que mandó a los hogares de sus agremiados, fueron cartas de felicitación que sin duda, sus correligionarios, enmarcarán y guardarán con cariño y respeto.
