Este día, tras casi dos semanas de permanecer internado en una veterinaria de Boca del Río, Oso, el perro callejero que fue quemado con gasolina, murió a consecuencia de las graves lesiones.
Llegó a la colonia Villa Rica de Boca del Río, donde con el paso del tiempo se ganó el cariño de los vecinos, quienes lo alimentaban a diario.
El pasado 4 de mayo, un sujeto desconocido que viajaba en triciclo acompañado de niños, raptó al canino y se lo llevó con rumbo desconocido; horas más tarde, el hombre regresó con el animal al mismo lugar donde lo había raptado y lo dejó abandonado en la calle, para después huir en su medio de transporte.
Eran visibles las graves quemaduras ocasionadas por la combustión con gasolina que llevaba el cuadrúpedo. Ese mismo día fue internado en una veterinaria de la avenida Vía Muerta, donde fue sometido a tratamiento médico, incluso se le suministraron analgésicos para soportar el dolor.
El lacerado can no soportó más, un infarto le arrancó la vida, expresó en redes sociales la activista independiente en defensa de los animales María Guadalupe.
“Me cuesta muchísimo trabajo dar esta noticia. Hace un rato me mandó Llamar el doctor Leopoldo Blanco Velasco, para avisarme que había sufrido un infarto Oso. Todavía no me repongo de la noticia, desde que las vecinas me avisaron de ese caso, siempre traté de buscar la mejor expectativa para él.
“Tuve la esperanza de que tuviera la oportunidad de lograr una mejor vida en alguna familia que realmente lo valorará, lo amará, lo cuidaré, lo protegiera. Desafortunadamente su organismo no aguanto ya tanto dolor, realmente fue un guerrero, luchó muchísimo”, publicó en su cuenta de Facebook.
Aunque la mujer reconoció la valentía del perro, dijo que al final no soportó más las quemaduras de segundo y tercer grado en el 90 por ciento del cuerpo.