El departamento de Justicia de Estados Unidos nombró ayer al ex director del FBI Robert Mueller como fiscal especial para las investigaciones sobre la conexión entre el equipo de campaña del presidente estadunidense, Donald Trump, y Rusia.
El vicefiscal general de EU, Rod Rosenstein, quien se destapó como uno de los artífices de la destitución de James Comey como director del FBI la pasada semana, explicó en un comunicado que la decisión por las “circunstancias excepcionales” que rodean el caso.
Rosenstein reconoce que “el interés público requiere que ponga esta investigación bajo la autoridad de una persona que ejerza una cierta independencia de la cadena normal de mando”, pero remarca que la decisión “no es un hallazgo de que se han cometido delitos o de que una acusación está garantizada”.
Mueller, de 72 años, dirigió el FBI entre 2001 y hasta su retiro en 2013, justo cuando le sucedió James Comey, bajo los mandatos de los ex presidentes George W. Bush y Barack Obama. El nuevo fiscal especial dimitirá de un bufete de abogados donde trabajaba hasta ayer para “evitar conflictos de intereses”, según explicó el comunicado de Justicia.
COMPARECENCIA. El Senado de Estados Unidos exigió ayer tanto al FBI como a la Casa Blanca que entreguen todas las grabaciones y memorandos, o cualquier tipo de documento, que puedan tener sobre conversaciones o intercambios entre el presidente Donald Trump y el ex director del Buró de Inteligencia, James Comey.
El comité de Inteligencia del Senado invitó además a Comey a que testifique a puerta abierta, y también a puerta cerrada, ante la comisión para explicar la investigación que dirigía hasta su destitución la pasada semana.
Las peticiones se producen después de que el diario The New York Times revelara el martes la existencia de un memorándum que muestra, por primera vez, esfuerzos “claros” de Trump para obstruir la investigación que el FBI abrió sobre los supuestos nexos entre su campaña presidencial y el Kremlin.
Según explicó el ‘Times’, fue a la conclusión de una reunión sobre seguridad con altos cargos del gobierno. Una vez a solas los dos, Trump le dijo a Comey: “Espero que puedas ver la forma de dejar esto pasar, de dejar pasar lo de Flynn. Es buen tipo. Espero que le puedas dejar ir”. Según el reporte, Comey guardó silencio y sólo comentó: “Estoy de acuerdo en que es un buena persona”.