Fidel Kuri: un tiburón que busca encajar más el diente

Qué habremos hecho los veracruzanos que, después de dos sexenios perdidos (o robados, como mejor lo quieran ver), hay “políticos” que, no conformes, nos quieren dar la puntilla, pretenden seguir “encajando el diente” al presupuesto para beneficio propio, aunque sea de índole municipal.
Ejemplo de ello es el actual candidato por el PRI-PVEM a la alcaldía del puerto de Veracruz, Fidel Kuri Grajales, quien, aun cuando sus tierras y dominios son orizabeños, con tal de hacerse de una presidencia municipal se fue al puerto jarocho a ver si la pega.
Kuri Grajales, diputado federal con licencia y dueño de los Tiburones Rojos del Veracruz, representa lo peor de lo peor de la política nacional, ya no digamos estatal, lo peor del empresariado local, y lo peor de los veracruzanos, pues sus “chanchullos”, sus agresiones, sus pleitos de cantina, sus traiciones, en fin, su comportamiento en general ofende a los veracruzanos.
Fidel Herrera le
enseñó el camino

Hay quienes afirman que Fidel Kuri es una copia burda, muy burda, de Fidel Herrera. Fue precisamente en el PRI de Herrera Beltrán donde coincidieron, entre otros personajes, Adolfo Mota, como presidente; Renato Alarcón, que fungió como tesorero; y Fidel Kuri, como secretario de Organización.
Con Fidel Herrera, dicen los que estuvieron cerca, hubo “de todo y sin medida”. La capacidad económica de Kuri Grajales se fue a las nubes. Herrera Beltrán, tan dadivoso con quien quería, le dio a construir los llamados “pisos fieles” en la sierra de Zongolica, y según cuenta la leyenda, sin el “diezmo”, para que “se ayudara”. Y se ayudó, ni duda cabe, pues de esa manera se enriqueció más y más.
Y no podemos dejar de lado el “negocio redondo” de Kuri Grajales con Fidel Herrera Beltrán respecto de los Tiburones Rojos, pues no sólo le puso la alfombra roja entregándole el equipo con todo y estadio, sino la nómina para sus trabajadores.
Cuando Fidel Herrera Beltrán era gobernador, un enviado de Kuri acudía cada quincena a Xalapa, para recibir de manos del responsable de las finanzas, nada más y nada menos que el ahora preso Javier Duarte, millones de pesos en efectivo en bolsas negras para el pago de la nómina, incluido el del cuerpo técnico. La máxima cantidad que se llegó a trasladar al puerto en bolsas negras fueron 20 millones de pesos, según cuentan.
El dinero iba resguardado por cuatro elementos del IPAX. Hay declaraciones ministeriales al respecto.
Víctor Flores le
consiguió la franquicia

Kuri Grajales coincidió en la XLI legislatura federal con Víctor Flores Morales, líder y cacique ferrocarrilero, y con Rafael Rodríguez, esposo de Amada Gasperín, alcaldesa de Acayucan.
Y este trío afianzó una amistad fuera de serie en “el chupe o con las cortesanas”. Tanto, que sus relaciones en el Congreso de la Unión lo llevaron a otros “negocitos” en sociedad con Víctor Flores. Primero, con el club de futbol de La Piedad, Michoacán. Y luego con la cadena de casinos de nombre Winpot.
En tanto, como Duarte y Fidel Kuri tenían broncas porque Mohamed Morales (anterior concesionario de los Tiburones) había denunciado a Herrera Beltrán por una supuesta deuda de 150 millones. Entonces, Duarte descarriló a Morales y Víctor Flores intervino para que la franquicia le fuera dada a Kuri. Víctor lo consiguió porque financió las campañas de Fidel y de Duarte. Era algo así como su mecenas electoral o su Rey Midas.
Duarte le regala a
Kuri los Tiburones

En el 2013 el gobernador Javier Duarte firmó un contrato de promesa de comodato y usufructo con la Promotora Deportiva del Valle de Orizaba, A. C., administradora del equipo de futbol Tiburones Rojos de Veracruz para favorecer a su propietario Fidel Kuri Grajales.
Por medio de este convenio, el mandatario veracruzano otorgó al legislador priista –de manera gratuita– el usufructo de todos los bienes del club: nombre del equipo, marca comercial, logotipo y el estadio Luis Pirata Fuente (ubicado en Boca del Río).
Y para completar el favor también le cedió las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento, que se localiza en el kilómetro 6.5 de la carretera Paso de Ovejas-Veracruz.
El documento en cuestión fue firmado el 13 de noviembre de 2013 por el mandatario veracruzano y el representante legal de la promotora, Fidel Kuri Mustieles –hijo del legislador con licencia–, quien también lo signó en calidad de testigo.
Habrá que recordar además que el periodo concedido por Duarte concluyó formalmente en enero de 2014, pero hasta la fecha Kuri Grajales opera, administra y lucra con los bienes del estado y ninguna autoridad ha evitado esta irregularidad.
Sus escándalos
Fidel Kuri Grajales ha protagonizado distintos escándalos dentro y fuera de la cancha. El actual aspirante a la alcaldía jarocha es dueño del equipo desde el 2013 y hasta el 2015 era el presidente, pero su actividad política y sus acciones en los estadios dignas de un porro estudiantil, sancionadas por la Federación Mexicana de Futbol, lo orillaron a dejar su puesto como dirigente en el cuadro escualo.
En octubre del 2013 Kuri caminaba en la cancha del Estadio Luis Pirata Fuente al medio tiempo del partido contra el América. Una foto tomada, que se viralizó en Twitter, muestra al empresario y político levantando el brazo derecho y enseñando el dedo medio hacia a la tribuna. Después, la cuenta de Tiburones mostró esa misma fotografía, que supuestamente era la verdadera, donde se veía a Fidel con el dedo pulgar levantado. ¿Ustedes creen eso?
Un año después, en un restaurante en la Ciudad de México, en septiembre del 2014, Fidel Kuri llegó con dos guardaespaldas y se encontró con el hijo de Fidel Herrera . En ese entonces Grajales investigaba algunas deudas en el equipo y esa fue la detonante; Herrera Jr. le reclamó y se liaron a golpes. La peor parte fue para el propietario de los escualos, quien fue golpeado por un grupo de guardaespaldas y le dejaron un gran moretón en el ojo izquierdo.
Cuando Fidel Kuri Grajales ya había dejado la presidencia de Tiburones para entrar de lleno a su campaña política para ser diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional, el cuadro jarocho fue a Orizaba, misma zona donde buscaba la diputación, a hacer un desfile con los ciudadanos; algunos de los futbolistas llevaban una gorra que en la parte trasera estaba escrito “F. Kuri” y se repartieron playeras rojas y verdes. El propietario de los escualos negó que haya utilizado a su equipo con fines proselitistas.
Durante el partido de Tiburones vs. León, en enero del 2015, la expulsión de Daniel Villalva provocó que, primero, Kuri comenzara a proferir insultos a Edgardo Codesal, en esos momentos director de la Comisión de Silbantes de la FMF, que estaba en el palco contiguo. Luego le dio dos palmadas fuertes en el hombro y poco después le jaló el cabello, mientras las personas en ambos palcos intentaban tranquilizar las cosas. A pesar de esto, al término del encuentro Fidel Kuri buscó a Codesal para continuar con su reclamo.
Al término del partido entre el Puebla y Veracruz, en el túnel que lleva a la cancha del Estadio Cuauhtémoc y donde se lleva a cabo la zona mixta cuando concluyen los juegos, Fidel Kuri Grajales agredió físicamente a un reportero poblano. “Somos amigos, el futbol nos une, pero nos dejaron con 10 hombres. No pasa nada, bienvenido a Puebla, nos vemos en Veracruz, papi. Por eso te quiero, porque no tienes huev… cab…”, le dijo el dueño de Tiburones.
Su alcoholismo no le ayuda
En la mayoría de estos escándalos que ha protagonizado el empresario orizabeño y aspirante a la alcaldía de Veracruz puerto han sido porque se encontraba alcoholizado y quién sabe con qué otras sustancias en su cuerpo y cabeza. Es tanta su mala fama por su afición a las bebidas “espirituosas” que es frecuente que la gente de a pie, los aficionados, la prensa, no lo bajen de “borracho”, e incluso le han “recomendado” que se interne en una clínica de desintoxicación para que logre superar el problema de dipsomanía y otras adicciones inconfesables.
Ahora niega a sus benefactores
Como bien dice Maryjose Gamboa, diputada local por el PAN, los antiguos “amigos” de Duarte no pueden negarlo ahora.
Durante la gestión de Duarte en Veracruz, Fidel Kuri fue un gran beneficiado en varios sentidos. Le cedió de forma gratuita los derechos de uso de marca del club Tiburones Rojos, además de un comodato del estadio Luis “Pirata” de la Fuente, del que sólo pagaba como impuesto 60 mil pesos por partido.
Asimismo, pretendió cederle a título gratuito el Centro Deportivo de Alto Rendimiento “Jesús Reyes Heroles”, como pago de una deuda, la que nunca se aclaró de dónde provenía. Hoy es tiempo, según la legisladora, de aclarar todo.
Considera a Duarte “un
hijo descarriado” del PRI

En tanto, en lugar de reconocer la ayuda de Fidel y Herrera y Javier Duarte, ahora Kuri Grajales hace leña del árbol caído, y consideró que el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa fue como “un hijo descarriado” del PRI.
Indicó que el ex mandatario estatal deberá resolver los problemas penales que enfrenta y en su caso pagar si es que se le encuentra culpable de los delitos que presuntamente se le atribuyen.
“Definitivamente (es como el hijo descarriado del PRI), no podemos negar que fue priista y que todos tenemos fotografías con él pues era el gobernador de Veracruz.
¿El mejor candidato para el puerto?
En fin, con todo este historial de abusos de poder, de enriquecimiento difícilmente explicable, de soberbia, de pleitos y escándalos, de prepotencia, de traiciones, entre otras “características”, Fidel Kuri Grajales, considerado como “uno de los últimos exponentes del folklor político que prohijaron la Fidelidad y el Duartismo en los últimos dos sexenios”, no debería, siquiera a aspirar, a gobernar Veracruz puerto ni algún otro municipio, mucho menos el estado.