Los operadores del gobierno están desatados, y le volvieron a aplicar a Andrés Manuel López Obrador la estrategia de arrojarle huevos como en su anterior visita al estado.
Esta vez fue en la ciudad de Huatusco, donde dos mujeres le arrojaron blanquillos al dirigente nacional de Morena, que ante la falta de garantías para su seguridad dio por terminado el mitin que desarrollaba en el lugar.
Sin defender a López Obrador, esas agresiones para reventar eventos tienen todo el estilo, la marca indeleble, de quienes gobiernan actualmente Veracruz, al igual que la dosificación de la filtración mediática de grabaciones clandestinas a actores políticos, como el multicitado caso de Eva Cadena.
Es el sello de la casa.