El Ejército de Estados Unidos realizó ayer una prueba militar sin precedentes para comprobar su capacidad de interceptar un misil balístico, en la que, por primera vez, se simuló un ataque real con misiles desde el Pacífico para probar las defensas desde tierra.
El Pentágono confirmó que culminó con éxito su ensayo de interceptación de un misil balístico intercontinental, lanzado desde una isla del Pacífico a más de siete mil kilómetros de distancia de la costa oeste de EU, con otro lanzado desde su base de Vandenberg (California), en una maniobra destinada a asegurar la efectividad de su escudo antimisiles, en medio de las amenazas del régimen comunista de Corea del Norte de perfeccionar sus misiles, hasta que puedan alcanzar territorio estadunidense.
La interceptación se produjo como estaba previsto sobre el Océano Pacífico, cuando un cohete lanzado desde la base californiana destruyó una prueba de misil intercontinental procedente del Atolón Kwajalein, en las islas Marshall.
“Múltiples sensores”, según el relato del Pentágono, encontraron el objetivo y enviaron la información de su localización al centro de comunicaciones del Ejército. Un radar en el mar también encontró el objetivo y siguió su trayectoria.
La información la recibió el sistema de defensa de misiles en tierra (GMD, por sus siglas en inglés) y terminó por neutralizar la amenaza.
“Logro increíble”. “Se trata de un logro increíble para el sistema de Defensa de Medio Curso Basado en Tierra (GMD, en inglés) y un hito crítico en este programa”, dijo en un comunicado el vicealmirante Jim Syring, director de la Agencia de Defensa de Misiles.
Syring recalcó que “el sistema es de vital importancia para la defensa de nuestra patria, y esta prueba demuestra que tenemos un elemento de disuasión capaz y creíble contra una amenaza muy real”.
Mensaje a Kim. La prueba se llevó a cabo apenas dos días después de que Corea del Norte disparara un misil que recorrió 450 kilómetros hacia el este hasta caer en aguas de la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón (espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde sus costas).
Corea del Norte sigue dando pasos hacia la posibilidad de tener tecnología de misiles de largo alcance capaz de llegar a territorio estadunidense, así como el desarrollo de una ojiva nuclear lo suficientemente compacta como para ser armada en un misil.





