IVM, monumento a la opacidad

Como casi siempre que alguien se refiere a otra persona “con todo respeto” para, por el contrario, faltárselo, así la encargada del despacho del Instituto Veracruzano de las Mujeres, la panista Sara Gabriela Palacios, al tocar el tema de las once ex integrantes del Consejo Consultivo de ese organismo que renunciaron por ausencia de condiciones para continuar con su labor.
Sara Gabriela Palacios salió con que “respeto a las once grandes mujeres que se fueron, pero también es un hecho que hay más de once mujeres en el estado que conocen el tema de género”.
Lo que resulta inverosímil es que alegó que lo que las hoy ex consejeras le exigían era información sobre lo que hace el IVM. “Casi casi querían que yo me parara frente a ellas a dar un informe y por ley no me corresponde”. Sin embargo, cuando se le cuestionó sobre la filtración de información sobre la contratación de algunas de ellas para brindar servicios de consultoría al instituto, con el objetivo de desacreditarlas, Palacios se lavó las manos diciendo que para eso está la Unidad de Transparencia.
Y contrario a la dilación para ratificar a una directora del IVM, que lleva acéfalo seis meses, apenas renunciaron las once mujeres del Consejo Consultivo y ya se estaba lanzando la convocatoria para designar a sus sustitutas, que si siguen en la misma lógica de cómo integraron el Consejo Social, seguro también van a ser panistas en su mayoría.
¿Y la defensa de las mujeres veracruzanas, que siguen sufriendo violencia en todo el territorio? Bien, gracias. La grilla panista es primero.