El ex director del FBI, James Comey, testificará en una audiencia pública ante el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos dentro de seis días, el 8 de junio. E la audiencia, se espera que Comey hable sobre su controvertido despido y sus investigaciones sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.
Los líderes de dicha comisión, el senador republicano Richard Burr y el demócrata Mark Warner, solicitaron primero a Comey que testificara en privado, pero condicionó su declaración a que esta fuera a puerta abierta.
La petición se produjo después de que el diario The New York Times revelara la existencia de un memorándum —que la comisión le pide que entregue— que mostraría, por primera vez, esfuerzos “claros” del presidente Donald Trump para obstruir la investigación que el FBI abrió sobre los supuestos nexos entre su equipo de campaña y el Kremlin.
Según el rotativo, Trump pidió en febrero a Comey que pusiera fin a una investigación sobre los nexos con Rusia del ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien tuvo que renunciar a su cargo precisamente por sus lazos con el gobierno ruso.
SESSIONS. Por otra parte, ayer se reveló también que los senadores demócratas Patrick Leahy y Al Franken pidieron en meses pasados a Comey que investigara también al fiscal general, Jeff Sessions, por su “falta de franqueza” con respecto a las conversaciones que mantuvo con el embajador de Rusia en Washington, Serguéi Kislyak, durante la campaña electoral.
Sessions se inhibió de las investigaciones sobre Rusia, y delegó en el vicefiscal general, Rod Rosenstein, quien nombró recientemente a Robert Mueller, exdirector del FBI, como fiscal especial para el Rusiagate.
