La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar al país de los acuerdos contra el cambio climático de París, desató ayer una ola internacional de condena con una unanimidad pocas veces vista.
A la cabeza de la condena estuvo precisamente el presidente francés, Emmanuel Macron, quien en una solemne rueda de prensa denunció que “Estados Unidos ha dado la espalda al mundo” con la decisión de la Casa Blanca.
El mandatario galo recordó que “en el clima no hay ‘plan B’ porque no hay un ‘planeta B’”, y llamó a “todos los científicos, emprendedores y ciudadanos concernidos” en EU a ir a trabajar a Francia contra el cambio climático.
El líder francés rechazó la posibilidad de renegociar el pacto, tal y como pidió Trump con anterioridad, y anunció que tras hablar con la canciller alemana, Angela Merkel, ambos países tomarán “iniciativas fuertes” en común ante la situación. Finalmente, Macron llamó a “hacer al mundo grande de nuevo”.
Junto a Francia, Alemania, y también Italia, subrayaron su compromiso total con los acuerdos, y los mandatarios de los tres países insistieron en que el pacto es una “piedra angular de la cooperación entre países” para atajar el calentamiento global.
RUSIA Y CHINA. El gobierno ruso aseguró, a través de su portavoz, Dimitri Peskov, que el Kremlin sigue comprometido con el pacto, aunque reconoció que “la efectividad de la aplicación de este Convenio sin participantes clave va a ser difícil”.
Por su parte, el primer ministro chino, Li Keqiang, mantuvo ayer en Berlín el compromiso del país con los acuerdos de París: “China atenderá sus responsabilidades sobre el cambio climático”, aseguró el mandatario tras reunirse con la canciller alemana, Ángela Merkel.
CONDENA. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a que “Estados Unidos siga siendo un líder en temas medioambientales”, ya que su retirada, aseguró, “supone una gran decepción” para “reducir las emisiones de gases” y “promover la seguridad global”
El gobierno de Canadá se declaró “profundamente decepcionado” por una decisión que provocará que las regiones del mundo más vulnerables medioambientalmente se hayan quedado sin un aliado “clave”.
En América Latina, una de las zonas del planeta que corre más riesgo según expertos, países como Brasil, México, Chile, Bolivia, Panamá y Costa Rica declararon su “profunda decepción” y exigieron la aplicación del pacto climático y subsanar, como lo calificó el presidente boliviano, Evo Morales, una “alta traición” a la Tierra.
Chile, muy afectado por desastres naturales vinculados al cambio climático, destacó que la implementación del pacto de París “es fundamental para el bienestar de las presentes y futuras generaciones”.
