Sin duda la gran revelación de los comicios del pasado domingo fue el candidato del PRD a la gubernatura del Estado de México, Juan Zepeda, quien de la nada se colocó fuertemente en el imaginario político nacional gracias a una estupenda campaña y a su carisma, que le permitió mandar al cuarto lugar al PAN en esa entidad.
Tanto así, que la propia dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, afirmó en televisión que Juan Zepeda “representa el relevo generacional que hoy estamos impulsando en el PRD y por supuesto que podría hacer un excelente papel como presidente (del partido)”.
Y en una de ésas, ante la sequía de liderazgos que viven en el Sol Azteca, no le extrañe que Juan Zepeda se cuele incluso a la contienda presidencial si la izquierda se mantiene dividida por decisión del “dedito” del “Peje”, cuya soberbia no le permite aprender las reiteradas lecciones que le han dado desde los comicios de 2006.
Por lo pronto, parece que ha nacido una nueva estrella de la política.





