El presidente estadunidense, Donald Trump, estalló ayer en Twitter contra las informaciones que publicó el miércoles The Washington Post, según las cuales el fiscal especial para el Rusiagate, Robert Mueller, habría empezado a investigar al propio Trump por obstruir presuntamente a la justicia. Entre tanto, la Casa Blanca y sus abogados se mantuvieron en silencio a lo largo de todo el día.
“Se inventaron una falsa conspiración en la historia de los rusos, no encontraron ninguna prueba, así que ahora van a por obstrucción a la justicia en la historia falsa. Bonito”, escribió Trump en un primer mensaje en su red social favorita.
Tras negar la presunta colusión con el gobierno ruso y desestimar la información del Post, el presidente de EU volvió a la carga, asegurando que él es la víctima de “la mayor caza de brujas en la historia política estadunidense”. Y agregó que esta supuesta persecución está liderada “por gente muy mala y conflictuada”, según escribió en otro tuit.
Dejando claro su enojo, Trump volvió a la carga siete horas más tarde, para atacar también a la ex candidata presidencial Hillary Clinton: “¿Por qué los acuerdos con Rusia de la familia Clinton y de los demócratas no están siendo investigados pero mis no-acuerdos sí?”, se preguntó.
LA OBSTRUCCIÓN. El ex director del FBI James Comey, despedido por Trump el 9 de mayo y encargado hasta entonces de la investigación sobre Rusia, garantizó al mandatario que él no formaba parte de la pesquisa, pero esto habría cambiado desde que Comey aseguró que, aún en el cargo, el presidente le pidió que “dejara pasar” las pesquisas sobre los vínculos con Rusia de su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn.
Según el Post, el Director Nacional de Inteligencia, Dan Coats, y Mike Rogers, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), ya habrían aceptado reunirse con el equipo de investigadores del fiscal especial Mueller.
ILEGAL. El miércoles, la oficina del abogado del presidente, Marc Kasowitz, se limitó a asegurar que “la filtración de información del FBI sobre el presidente es indignante, inexcusable e ilegal”.
Votación
Senado dificulta levantar sanciones a Rusia
El Senado de Estados Unidos aprobó ayer la implementación de más sanciones a Rusia en respuesta a la supuesta injerencia electoral en las presidenciales de noviembre.
Sin embargo, lo más destacado del plan, que se aprobó por 98 votos a favor y apenas 2 en contra, es que, en caso de que el presidente Donald Trump quisiera levantar estas nuevas sanciones, el Congreso tendría hasta un máximo de 60 días para bloquear dicho levantamiento.
También ponen palos a las ruedas para levantar las sanciones ya impuestas por la administración Obama en diciembre.
Todo ello va en contra de las peticiones del canciller Rex Tillerson, que pidió esta semana flexibilizar las sanciones a Rusia.
La norma todavía deberá buscar, eso sí, la luz verde de la Cámara de Representantes y de la Casa Blanca.





