Grave carencia de servicios básicos como agua potable, electricidad y pavimentación de su única vía de acceso, es lo que viven las más de 50 familias de la colonia La Corregidora, perteneciente a la congregación La Carbonera, del municipio de Nogales.
Apostados a las orillas de la barranca de La Carbonera desde hace más de 40 años, estas familias han sido olvidadas por las administraciones municipales por lo que la inversión en obra pública es nula en esta parte del municipio.
La única vía de acceso para llegar a la colonia se encuentra en mal estado por lo que los habitantes deben caminar a través de baches y zonas anegadas de lodo para llegar a sus viviendas o salir hacia la cabecera municipal, situación difícil sobre todo para los niños, adultos mayores y personas enfermas.
En este asentamiento semiurbano el cual es considerado irregular las familias han carecido de apoyos municipales, ya que se dice no se puede construir obra pública en esta zona en primera instancia a que es una zona federal en la cual el Ayuntamiento no puede invertir recursos y por la otra debido al paso de ductos de la empresa Petróleos Mexicanos.
“Aquí hay inseguridad porque no hay alumbrado, ni zonas para resguardarse de la lluvia; hemos venido pidiendo a las autoridades que nos apoyen pero hasta la fecha no hay obra pública porque ellos consideran que somos pocas familias, sin embargo pagamos impuestos pero no lo vemos reflejado en obras, y nos hace falta un muro en la ribera del río, colindante hacia la colonia, debido a que las crecidas desbordan el afluente en repetidas ocasiones, dejando afectaciones de consideración” dijo la señora lucia, habitante de esta colonia.
Por su parte los varones de esta comunidad sobreviven picando piedra para ganarse unos cuantos pesos y con eso obtener el sustento de sus familias, al no haber fuentes de empleo.
El señor Martín, quien cuenta con 70 años de edad, asegura que es un trabajo pesado pero que de no llevarlo a cabo no tendría como darle el sustento a su familia, ya que últimamente el campo no reditúa ” Mas de la mitad de los que aquí vivimos nos dedicamos a eso; diario estamos sacando piedras del río La Carbonera para triturarlas y venderlas porque son utilizadas como material para la construcción, de esa manera nos vamos ayudando con lo poco que nos va cayendo y es así como hemos logrado sacar adelante a nuestras familias”.
Mientras tanto alrededor de 20 niños cuentan como una diversión con un parque de juegos construido de manera artesanal por los pobladores, con apenas unos cuantos juegos y carente de alumbrado, por lo que una vez que empieza a obscurecer deben ingresar a sus hogares.
Debido a todas estas necesidades, los pobladores emitieron un llamado al alcalde electo para que sean considerados en la próxima administración municipal.