En un hecho que podría calificarse de histórico, el Sindicato de Trabajadores del emblemático diario La Jornada se fue a la huelga y cerraron sus oficinas en la Ciudad de México.
Lo que llama muchísimo la atención es que el problema se debe a que ante la crisis financiera que sufre, la empresa dueña del rotativo decidió reducir el sueldo de los trabajadores hasta en un 70 por ciento, por lo que algunos han cobrado quincenas de 500 pesos.
Además, desde hace unos seis meses, La Jornada no paga las prestaciones de los trabajadores, lo que de acuerdo con los abogados del sindicato representa una suma de más de dos millones de pesos.
Paradójico que un medio identificado, al menos en su línea editorial, con las luchas sociales y las causas de la izquierda, en los hechos sea igual de explotador de sus propios trabajadores que el más salvaje de los capitalistas.
Pero todavía hay quien les compra ese discurso.





