Estado Islámico intensifica ataques ante su inminente derrota en Mosul

Las fuerzas iraquíes luchan en las últimas áreas del casco antiguo de la ciudad de Mosul, donde un reducido grupo de yihadistas del Estado Islámico (EI) aún resisten en una zona muy reducida junto al río Tigris, que atraviesa la ciudad de norte a sur.

Según un mapa difundido por las Operaciones Conjuntas iraquíes, los yihadistas se encuentran arrinconados en el extremo oriental de la ciudad vieja, adyacente a la ribera del río, por lo que sus combatientes no tienen escapatoria.

La comandancia militar de las tropas de Bagdad anunció ayer que recuperaron las áreas de Jatunia y Al Tuab, en el casco antiguo, mientras que el comandante de la Policía Federal, Raid Shaker Yaudat, informó en un comunicado de que sus unidades tomaron el control por completo de Bab al Sarai, uno de los mercados populares más grandes de Mosul, ubicado también en la zona vieja.

ATENTADOS. Aún así, el Daesh no se rinde y sigue luchando. La agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas, publicó ayer informaciones sobre distintos ataques terroristas, que supuestamente mataron a más de 15 miembros de la Policía Federal iraquí en combates en el barrio de Bab al Tub, en el casco antiguo de Mosul.

Asimismo, el EI reivindicó un ataque perpetrado en la noche del domingo contra un campamento de desplazados en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, que causó 16 muertos y 18 heridos, según informó una fuente de seguridad.

REFUGIADOS. Al mismo tiempo, los civiles siguen huyendo en masa de la violencia en Mosul, y entre el 29 de junio y el 1 de julio, un total de 2 mil 378 personas llegaron al centro para desplazados de Hamam al Alil, situado a unos 20 kilómetros al sur de la ciudad, según reportó ACNUR.

Sólo el 1 de julio llegaron unas mil 400 personas, todas procedentes de las zonas de Al Mayadín, Al Makaui, Al Zaryajana, Suq al Saguir y Bab al Beid, áreas ubicadas en el casco antiguo de Mosul y arrebatadas en los últimos días al Daesh por las fuerzas iraquíes.