Si no grave, por lo menos feo precedente el que deja la sanción del Tribunal Electoral de Veracruz por la participación de la rectora Sara Deifilia Ladrón de Guevara como funcionaria de casilla durante el pasado proceso electoral.
Los magistrados electorales confirmaron lo que se señaló desde el mismo día de la jornada electoral: por su calidad de servidora pública, Sara Ladrón estaba impedida por ley para fungir como funcionaria de casilla, por lo cual resolvieron anular la votación en la misma.
Lo verdaderamente criticable es que la principal autoridad de la máxima casa de estudios del estado haya incurrido en una ilegalidad, notoria y destacada. Si lo hizo por desconocimiento de la ley, es muy grave. Y si lo hizo a sabiendas de que no debía hacerlo, pues tantito peor.
¿Así hará con todos los asuntos de la UV?





