En julio de 2014, Víctor Manuel Jiménez Argumedo vendió el taxi que le había dado sustento por 20 años, para financiar una idea que le propuso su hijo Christian: fabricar cerveza.
«Tuve la fortuna de que mi hijo -Christian Jiménez Díaz- terminó su carrera de biotecnología, él inventó la fórmula, no teníamos dinero, pero tenía el taxi”, comentó en entrevista.
Ofertaron el taxi por internet y a los dos días se vendió, con ese capital constituyeron una sociedad cooperativa y comenzaron las pruebas en su casa ubicada en el Pueblo de Tulyehualco, en la delegación Xochimilco.
«Le hice el hincapié a mi hijo que el producto debería tener algo diferente a los demás”, y ese plus fue el amaranto.
Desde mis abuelos y bisabuelos, igual que la gente nativa de aquí, se dedicaban a sembrar amaranto, de ahí surgió la idea (…) aunque ya no lo sembramos porque es un trabajo muy difícil, es el mayor cultivo de Tulyehualco, lo compramos fresco a la gente del pueblo”.
La cerveza, de nombre Ara en honor a su esposa Araceli, también lleva avena, lúpulo y varios tipos de cebada, ingredientes que Víctor Manuel tritura con un rústico y pequeño molino de frijol.





