Los cabos sueltos

Tremendo revuelo causaron las imágenes en las que aparece el alcalde electo de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, hablando durante una comida en la que también se aprecia estuvo presente y muy atento escuchándolo Hernán Martínez Zavala, mejor conocido como el “Comandante H”, quien fue detenido hace menos de dos semanas por fuerzas federales, acusado de encabezar a la delincuencia organizada en Coatzacoalcos y de ordenar la masacre de una familia en esa misma ciudad.
Como las imágenes son auténticas, a Fernando Yunes no le quedó de otra que admitir que el sábado 13 de agosto del 2016 “Fui invitado a una comida en la ciudad de Cosoleacaque; en la misma me invitaron a hacer uso de la palabra. Yo no convoqué a la comida ni a ninguno de los asistentes, a la mayoría de ellos no los conocía”, afirmó en un comunicado difundido la tarde de este martes.
En el mismo, Yunes Márquez celebró que “el Gobierno del Estado y el Gobierno de la República hayan actuado en contra de Hernán Martínez Zavala con firmeza y determinación, persona que operaba desde el año 2006 en la zona con la complicidad de los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa”. O como quien dice, les quiso tirar a otros la bolita.
Suponiendo sin conceder que sea cierto que Fernando Yunes no conocía a los asistentes a la comida– supuestamente realizada meses después de la elección de 2016, por lo que no puede decir que fue uno de tantos actos de campaña de su apá-, lo que no aclaró es quién lo invitó a la reunión, porque esa persona también invitó al “H”.
Pero además, esperábamos que en el escueto boletín Fernando hubiese afirmado de manera categórica que no conocía al “Comandante H”. Sólo dice que “a la mayoría de ellos no los conocía”. ¿El Comandante H se encuentra entre la mayoría que no conocía o entre la minoría que sí conocía? Esa es una “laguna” que da lugar a muchas dudas y suspicacias.
Llama la atención además que en la mesa principal, mientras hablaba Fernando Yunes Márquez, había una silla vacía. ¿De quién era esa silla vacía?, ¿acaso de quien hablaba por micrófono?
En conclusión, no sería mala idea que la Procuraduría General de la República, citara a declarar a Fernando Yunes Márquez para que declare lo que le conste de esa polémica comida. Que la PGR le pregunte al alcalde electo quién lo invitó a la reunión y con qué fines. Que la PGR le cuestione a Fernando si “El comandante H” estaba dentro de la mayoría que no conocía o de la minoría que sí conocía. Que la PGR investigue la fecha exacta de la celebración de esa comida.
De paso, tampoco sería mala idea que la FGE abriera de oficio una carpeta de investigación, así como lo ha hecho en otros casos en los que se presume la comisión de un delito.
Por último, tampoco nos espanta una “demanda” como bravuconamente amenazó la jefa de prensa de Fernando Yunes Márquez. Adelante con su “demanda”. No nos amedrentan. Así aprovecharíamos, dentro de las diligencias, para solicitar a la PGR que atraiga este escabroso caso que arroja más dudas que certezas, empezando por el bobo comunicado de Chiquifer que tiene más cabos sueltos que el calzado de un niño.